Liliya Khusainova
Occidente piensa que ha conseguido sus objetivos de destruir la economía de Rusia: los precios del petróleo alcanzan sus niveles mínimos, el rublo pierde posiciones. Pero se equivocan, ya que el presidente ruso, Vladímir Putin, dispone de una serie de métodos racionales de cómo responder a sus oponentes.
Muchos expertos destacan que las evaluaciones pesimistas de la economía rusa en el contexto de los problemas actuales son demasiado prematuras, y tienen razón, ya que numerosos factores evidencian que los esfuerzos de Occidente por hundir a Rusia y al presidente Putin no van a ser fructíferos.
En primer lugar, el estado actual del rublo en declive es una gran ventaja para los productores rusos: este nivel del tipo de cambio convierte a sus productos en competitivos en los mercados extranjeros.
En segundo lugar, Occidente debe tener en cuenta el control total que tiene Rusia sobre su deuda externa y su solvencia crediticia. La deuda externa de Rusia para el 1 de enero de 2015 se redujo en 129.367 millones de dólares en comparación con el mismo periodo del año anterior y se situó en 599.497 millones de dólares, informa el Banco Central de la Federación Rusa.
En tercer lugar, Rusia tiene sólidas reservas de oro. Las reservas de oro de la Federación de Rusia aumentaron un 16,5% en el 2014 de 1.036 a 1.207 toneladas, de acuerdo con el Banco Central de Rusia. En total durante el año pasado el Banco compró alrededor de 171 toneladas de oro.
Debemos subrayar que esta opción es verdaderamente viable y si Vladímir Putin decide recurrir a utilizar el plan de oro y aplicar un sistema de pago basado en el oro va a matar dos pájaros de un tiro: fortalecer la economía de Rusia, por un lado y derrocar al dólar por el otro, ya que en este caso todos los contratos para el suministro de energía estarán denominados en oro y no en dólares estadounidenses.
Putin sabe lo que hace
Además, hay que tener en cuenta que la compra de oro también la llevan a cabo otros socios de Rusia como China, que también tiene capacidades para romper la hegemonía del dólar.
En cuarto lugar, se debe destacar el papel insustituible de Rusia como el proveedor de energía de la Unión Europea. Es poco probable que Europa sea capaz de reducir su dependencia del gas natural ruso.
En quinto lugar, Rusia ya ha elaborado un plan omnicomprensivo de resolver los problemas económicos actuales. El plan de reestructuración consta de 60 puntos y prevé la asignación de las siete áreas clave para la implementación de medidas para combatir la crisis. Entre ellos el apoyo a la sustitución de importaciones y la exportación de artículos que no se relacionan con materias primas, incluidos los productos de alta tecnología, promoción del desarrollo de las pequeñas y medianas empresas, la creación de oportunidades para la obtención de financiación en sectores importantes de la economía, el pago de los costos inflacionarios adicionales para las personas más vulnerables, reducción de las tensiones en el mercado laboral, optimización de los gastos presupuestarios y aumento de la estabilidad del sistema bancario.
Por lo tanto, los expertos y analistas destacan que a largo plazo, la actual desaceleración de la economía rusa puede dar lugar a un aumento significativo en el futuro. Eso es exactamente lo que Vladímir Putin dijo durante su gran conferencia de prensa anual.
"Es inevitable que la economía rusa supere esta situación en dos años a más tardar", señaló el mandatario, por lo que se puede destacar que el líder ruso sabe lo que hace y tiene respuestas para contrarrestar a Occidente.
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