Estas son las razones de por si y por que no Trump iniciará una guerra contra Corea del Norte
¿Se han preguntado alguna vez por que hasta ahora Donald Trump no ha atacado a corea del norte pese a las constantes amenazas proferidas contra ese país? Creo más de uno sabe la respuesta.
¿Se han preguntado alguna vez por que hasta ahora Donald Trump no ha atacado a corea del norte pese a las constantes amenazas proferidas contra ese país? Creo más de uno sabe la respuesta.
También el anterior presidente norteamericano, Barak Obama, no se atrevió a agredir a los coreanos.
Pero considerando las condiciones actuales, pues en tan solo unos meses la situación se ha transformado un poco más a favor de corea del norte, Donald Trump no se atreverá a atacarlos, pues es perfectamente consciente de lo que ello supondría, tanto para los estadounidenses como para sus aliados regionales; pero, sin embargo, si lo hará presionado por sus amos.
Hace un tiempo advertí que tal vez la intensión de los estadounidenses era destruir la competencia que representa Corea del sur para sus empresas, en particular para Apple, Tesla y, en general, para toda la industria electrónica y automotriz estadounidense, pues aparte de las grandes empresas japonesas, que también sufrirían terriblemente ante un escenario de guerra nuclear en la zona, las principales perjudicadas serían las surcoreanas, como Samsung, LG, Hyundai, Daewoo, etcétera. Así que, en caso de conflicto militar en la península coreana, conflicto que se extendería a toda la región, el principal beneficiado serían los EEUU, pero los principales perjudicados serían Corea del sur, Japón, China y Rusia. ¿Les suena la segunda guerra mundial? Pues eso fue precisamente lo que pasó. Ese sería el principal incentivo para la elite estadounidense para iniciar una guerra en la península coreana; pues además de eliminar a su competencia comercial, también resultarían enormemente beneficiados por la venta de armas y por el relanzamiento de la industria armamentística estadounidense; no olvidemos que el lobby militaro industrial en Estados Unidos es muy influyente, prácticamente es quien dicta la política exterior norteamericana.
Pero la pregunta es:
¿Entonces por qué hasta el momento no se han atrevido a iniciar la guerra?
Pues las razones son varias, pero quizá la principal es el arsenal atómico de Corea del norte; pues aunque sí, ese arsenal sería perfecto para cumplir sus objetivos ocultos y malsanos, pues en caso de utilizarse causaría una grave destrucción en Corea del sur, Japón y Australia, también ese arsenal bien podría alcanzar territorio estadounidense, y no solo en el pacífico, cómo podría ser la isla de Guam y el archipiélago de Hawái, sino también el territorio continental de Estados Unidos; ninguna ciudad norteamericana estaría a salvo de la furia de Kim Jung-un . Esa sería la principal razón de por qué Trump no lanza el ataque que con tanto tiempo ha amagado con realizar.
Pero esa no es la única razón de por qué trump no cumple sus amenazas; hay varias razones más.
En primer lugar, esta China.
Así es, ya los chinos han advertido en más de una ocasión que no permitirán una guerra en la península coreana; han advertido a los EE.UU. que utilizarán todos los medios que sean necesarios para impedirlo.
También tenemos a Rusia, que aunque no ha sido tan asertiva en este asunto como si lo ha sido China, también ha advertido que no tolerará una agresión injustificada estadounidense contra Corea del norte.
¿Pero por que tanto china como Rusia se oponen a una agresión unilateral estadounidense contra Corea del norte?
Pues en primer lugar ambas naciones comparten frontera con los coreanos. En segundo lugar, ambos los tienen de socios comerciales, así que una guerra en la región les afectaría gravemente, tanto en el plano económico como en el plano social, pues ello significaría perder a un socio comercial y, así mismo, ser objeto de una emigración masiva de norcoreanos a sus respectivos países, lo que crearía una crisis social; pero además de eso, sus propios territorios se verían gravemente afectados por la contaminación radiactiva resultante del uso de dichas armas.
Esa es la principal razón de la reticencia del nuevo líder surcoreano a iniciar una guerra con su vecino del norte; que, por otro lado, son como hermanos, hermanos distanciados pero hermanos a fin de cuentas.
Pero hay otra razón de peso, especialmente en el caso de China, de por qué ha insistido en que no va permitir una agresión contra su vecino; y esa es simple y llanamente porque son socios y aliados, tanto en el plano económico como en el plano militar. Así es, china tiene un tratado de ayuda y cooperación mutua con corea del norte en caso de una agresión militar extranjera; así que si Estados Unidos agrede a Corea del norte unilateralmente, China forzosamente intervendrá en auxilio de su aliado norcoreano. Y no hay que ser un genio para saber que significa eso: la guerra termonuclear global, es decir, la tercera guerra mundial en toda forma.
Esa es la razón de los recientes ejercicios militares conjuntos ruso-chinos en aguas cercanas a las costas de Corea del norte.
Aparentemente nadie se ha dado cuenta, o no es una noticia que reciba cobertura en la prensa occidental, pero alrededor de la península coreana se está reuniendo una gran flota de naves de guerra de las principales potencias del mundo listas para la batalla.
Eso solo necesita una chispa, o una mala decisión, para encender la tercera guerra mundial. Y en Estados Unidos abundan las “cabezas calientes” que les tiembla el dedo por presionar el botón.
Hace poco la representante de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, declaraba que se había acabado la diplomacia con Corea del norte y que ahora el Pentágono, encabezado por el “perro rabioso” James Mattis, se encargaría del asunto; en otras palabras lo que estaba diciendo es que la guerra era inevitable. Y como vuelvo a repetir, eso es lo que desea la elite estadounidense aunque se lleve entre las patas a medio mundo y, en especial, a sus “queridos ciudadanos”.
En pocas palabras, al gobierno en la sombra, al "estado profundo", no le importan las vidas de los estadounidenses, solo les interesa mantener su poder y sus ganancias; pero también les urge evitar el colapso de su reino; es decir, de su imperio financiero y económico asentado en el poder del dólar estadounidense y en sus grandes centros financieros como la City de Londres y Wall Street.
Los estadounidenses creen que sus vidas son importantes para sus gobernantes, pero pronto se darán cuenta de la cruda realidad.
Si antes no atacaron a Corea del norte fue para evitar mostrar su verdadero rostro; su rostro putrefacto que no le importa la vida humana. Y no lo hicieron antes pues al hacerlo eso significaría la destrucción inmediata de la isla de Guam, de Hawái, de la base aérea de la isla Diego García y de la destrucción de importantes ciudades como Nueva York, los Ángeles, Houston, Chicago, etcétera. Pero están tan desesperados que probablemente lo harán sin importar las consecuencias para la gente común, para la gente de a pie.
Muchos gobiernos critican a Pyongyang por su empeño en hacerse de un arsenal atómico, así como de los medios necesarios para lanzar esas armas hasta objetivos distantes, específicamente contra Washington, pero la realidad es que si no fuera por eso Corea del norte hoy no existiría, tal como le pasó a la Irak de Sadam Hussein y a la Libia de Muamar Gadafi, dos naciones que hoy se ven en riesgo de fragmentarse.
Pero no sólo lo dice Kim; en realidad también Moscú y Pekín; no por nada han advertido que no permitirán una agresión contra Pyongyang.
Inclusive el día de hoy el ministro de relaciones exteriores ruso, Serguei Lavrov, ha declarado que si EEUU no agrede a Corea del norte es debido al escudo que le proporciona su arsenal nuclear. En otra ocasión ha declarado que es racional y lógico el proceder de Pyongyang al realizar test nucleares y de misiles para impedir una agresión estadounidense; con ello justifica el proceder de la nación asiática e implícitamente la aprueba.
También tenemos el rápido desarrollo misilístico y atómico de la nación norcoreana; algo que despierta sospechas dentro de las cúpulas de poder en occidente, acusando tanto a Rusia como a China de ayudar en esos temas a Corea del norte, algo que probablemente sea verdad; pero por eso les duele aún más, pues se dan cuenta que Corea del norte está apoyada por esas naciones y, por lo tanto, no podrán agredirla sin arriesgarse a una confrontación con ellos, situación de la que han advertido tanto los líderes chinos como los rusos.
Así que, concluyendo; la lección que pueden sacar las naciones latinoamericanas de esta situación es que si Washington insiste tanto en la no proliferación nuclear es para evitar que surjan naciones que tengan los medios necesarios con que defenderse de una agresión estadounidense y no tanto por “mantener la seguridad y paz mundial.
Es como dice Kim, y cualquier persona pensante lo diría también; si así fuera, los EE.UU. serían los primeros interesados en el desarme nuclear, pero muy al contrario, aprueban presupuestos multimillonarios para aumentar y modernizar su arsenal atómico.
Además, ¿quién los autorizó a erigirse en el gendarme mundial?; ¿y de que privilegios gozan ellos para poseer un arsenal atómico y los otros no?
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