Más de 200 personas han fallecido en México a causa del segundo terremoto de gran magnitud registrado en menos de un mes.
El geofísico ruso Víktor Bókov ha explicado en una entrevista a Sputnik su visión sobre las razones de estos cataclismos naturales que azotan últimamente las regiones de América del Norte y Central.
El científico, jefe del laboratorio de previsiones y terremotos de la Universidad Estatal de Hidrometeorología de Rusia, sugirió que sería lógico esperar la aparición de nuevos temblores, pero con menos energía.
"La probabilidad de la reanudación de los temblores existe, aunque no creo que haya réplicas más fuertes. También está presente una variabilidad estacional de los terremotos, y justo en otoño se producen casos parecidos", dijo Víktor Bókov.
Según el investigador, se percibe de momento una conexión clara entre una serie de terremotos en México y los huracanes que se abaten sobre Estados Unidos.
"Hay una cierta relación con los huracanes en Estados Unidos. Se debe a que todos estos procesos están vinculados con la tensión adicional que se produce en la atmósfera. Una potente reestructuración atmosférica sí puede causar estos procesos", prosigue el especialista.
De acuerdo con Bókov, cierta tensión se acumula durante varios años, y la atmósfera en este caso cumple el papel del factor que desencadena la catástrofe. Además, por desgracia, prácticamente no hay métodos en el mundo que puedan predecir con exactitud los terremotos. Y, por supuesto, para predecir sismos más fuertes hace falta la cooperación internacional.
"La probabilidad de la reanudación de los temblores existe, aunque no creo que haya réplicas más fuertes. También está presente una variabilidad estacional de los terremotos, y justo en otoño se producen casos parecidos", dijo Víktor Bókov.
Según el investigador, se percibe de momento una conexión clara entre una serie de terremotos en México y los huracanes que se abaten sobre Estados Unidos.
"Hay una cierta relación con los huracanes en Estados Unidos. Se debe a que todos estos procesos están vinculados con la tensión adicional que se produce en la atmósfera. Una potente reestructuración atmosférica sí puede causar estos procesos", prosigue el especialista.
De acuerdo con Bókov, cierta tensión se acumula durante varios años, y la atmósfera en este caso cumple el papel del factor que desencadena la catástrofe. Además, por desgracia, prácticamente no hay métodos en el mundo que puedan predecir con exactitud los terremotos. Y, por supuesto, para predecir sismos más fuertes hace falta la cooperación internacional.
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