El teniente general Valeri Asápov falleció el 24 de septiembre en Deir Ezzor tras un ataque de mortero. Asápov ha sido el primer oficial de alta graduación fallecido en Siria y es la víctima rusa número 37.
El teniente general ayudaba a los responsables del Ejército sirio a planear la operación para liberar Deir Ezzor. Según fuentes del periódico ruso Kommersant, Asápov perdió el contacto con sus mandos a las 16:00 hora local del 23 de septiembre. Más tarde se descubrió que el oficial, así como dos coroneles sirios, murieron después de que un proyectil de Daesh —autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países— destruyera por completo el punto de mando en el que se encontraban.
"El teniente general fue literalmente destrozado, no quedó nada de él ya que estaba en la primera línea", declaró una fuente, que prefirió permanecer en el anonimato.
A su vez, el experto militar Alexandr Zhilin, jefe del Centro de Estudios de Problemas Sociales de Seguridad Nacional, reveló a Sputnik que "es una pérdida trágica".
"Este hombre se caracterizaba por ser muy valiente, y nunca se escondió detrás de los soldados. También tenía conocimientos y habilidades únicos, además de experiencia sobre el terreno", compartió.
El experto militar subrayó la importancia de la participación activa de Asápov en las operaciones militares en Siria.
El Ministerio de Defensa anunció que concederá al militar ruso la Orden al Coraje a título póstumo.
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