La Marina rusa ha estado acumulando una gran cantidad de barcos frente a las costas de Siria mientras el Acuerdo de Sochi sobre Idleb continúa cayéndose a pedazos.
Según los informes de los medios, Rusia ha enviado al Mediterráneo a su fragata Almirante Makarov, dotada de misiles de crucero Kalibr de largo alcance. Allí se unirá a las fragatas Almirante Grigorovich, Almirante Essen y Pitlivi, al barco de desembarco Nikolai Filchenkov y a la corbeta de misiles Vishni Voloshek.
La fragata Almirante Makarov salió el 5 de noviembre del puerto de Sebastopol y puso rumbo al Mediterráneo.
Una fuente militar en Damasco dijo a Al Masdar News que la acumulación naval rusa se llevó a cabo en respuesta a las violaciones del alto el fuego y a la negativa de los grupos armados a abandonar la zona de amortiguamiento.
La flota rusa en el Mediterráneo está compuesta por entre 10 y 15 destructores, corbetas y fragatas, según las necesidades. Estos buques han protegido a Siria durante seis años.
El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo recientemente que las fragatas rusas con misiles de crucero permanecerían en el Mediterráneo hasta que el terrorismo sea erradicado de Siria.
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