Por un tiempo el metal precioso se utilizó como moneda de curso por muchos siglos, inclusive hasta el año 1971 era considerado como garantía de pago, es decir, era el famoso patrón oro, o lo que es lo mismo, el papel moneda era respaldado por una cierta cantidad de oro físico, pero desde ese año, 1971, se eliminó esa disposición y el dinero pasó a carecer de respaldo alguno, el único respaldo era la confianza en el banco emisor, así como el respaldo militar del país emisor.
Pero ese modelo está llegando a su fin luego de los esfuerzos realizados por China, Rusia, la India y algunos otros países, para acabar con la hegemonía financiera de los EEUU, así como para terminar con su poder económico y militar, pues como ya he explicado muchas veces, el poder de los EEUU se basa exclusivamente en la permanencia de su moneda como moneda de reserva internacional preponderante, pero una vez ese papel le sea quitado, en ese momento el imperio estadounidense se va a derrumbar como un castillo de naipes.
Y es a ese momento al que nos acercamos de manera inexorable, es por eso por lo que la fiebre del oro se hace cada vez mayor.
Así, tenemos que países como China, Rusia, Turquía, la India, Irán, Brasil, México, etcétera, se apresuran a aumentar sus reservas de oro en previsión de un colapso del sistema financiero global debido al derrumbe de la moneda norteamericana.
Pero los países tratan de que este cambio sea lo menos brusco posible, y es por eso que se ha llegado a una serie de acuerdos que entrarán en vigor este 1 de abril; estos acuerdos son conocidos como los acuerdos de Basilea III.
Estos acuerdos se realizan dentro del marco del Banco de pagos internacionales (BIS) que tiene su cede precisamente en la ciudad de Basilea, Suiza.
Esta institución es el principal regulador internacional de las transacciones financieras a nivel global.
Pero no es que este cambio sea deseado por los jerarcas de dicha institución, no, la realidad es que son acuerdos que se alcanzaron gracias a la presión de China, Rusia, Brasil, India, entre otros muchos países, países que están cansados del abuso de los estadounidenses al controlar en gran parte el sistema financiero internacional, precisamente a través de instituciones como el mismo Banco de pagos internacionales, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Estos países antes mencionados se cansaron de esta situación y amenazaron con implantar un sistema alterno al controlado por los estadounidenses si no se tomaban en cuenta sus opiniones, de tal manera que comenzaron a crear instituciones paralelas a las antes mencionadas, instituciones como el Banco Asiático (de origen chino) de Inversión en Infraestructuras (BAII), el banco de los BRICS, sistemas de pagos internacionales alternos al SWIFT, sistema este controlado precisamente por el Banco de pagos internacionales, etcétera.
Entonces, gracias a esta presión fue posible lograr estos acuerdos de Basilea III.
Pero ¿qué dicen estos acuerdos?, pues entre otras cosas, dicen que se vuelve al patrón-oro; sistema que de antemano ya ha sido adoptado por China al respaldar al Petro yuan con oro físico.
Es decir, los acuerdos de Basilea III le devuelven al oro su estatus de moneda de curso legal, o, en otras palabras, convierten al oro en un activo de riesgo cero.
Las naciones que conforman el G-20 habían aprobado en noviembre de 2010 un nuevo marco legislativo para exigir a las entidades financieras incrementar sus niveles de capital. El objetivo era mitigar futuras crisis financieras. Las reformas tenían la intención de generar un incremento de la solvencia de las entidades financieras permitiéndoles contar con mayor estabilidad de cara a resistir futuras crisis.
La decisión del Comité de Basilea III de remonetizar a partir del 1 de abril del 2019 al oro y contabilizarlo al 100% de su valor, o lo que es lo mismo, considerarlo como un activo de riesgo cero, como los dólares estadounidenses o los euros, es la principal razón de por qué muchos países se apresuran a aumentar sus reservas internacionales del preciado metal.
La idea es que el oro cuente al 100 por ciento con su valor de mercado, cuando se auditen los activos de un banco. Por otra parte, según el marco de Basilea III, un banco de primer nivel deberá tener entre el 4 y el 6 por ciento de sus activos totales en activos calificados como tier 1. Esto significa que con la recalificación del oro a tier 1, muchos bancos tenderán a reemplazar muchos de sus activos respaldados por hipotecas y carteras de renta fija por oro físico de inversión.
Durante los acuerdos de Basilea I de 1988 y Basilea II de 2004, el oro era considerado un activo “tier 3”, contabilizando únicamente el 50 por ciento del valor de mercado de los balances bancarios.
Muchos bancos se habían quejado ante la comisión de no poder cumplir con el plazo de 2015 para acatar una nueva normativa mundial sobre un mínimo de tenencias de activos que puedan ser vendidos rápidamente y al mismo tiempo ofrecer créditos a empresas y consumidores. Esta es la razón de por que se pospuso la entrada en vigor de los presentes acuerdos hasta al primero de abril de este año.
¿Ahora entienden por qué EEUU sustrajo ilegalmente 50 toneladas de Oro de Siria el pasado mes de enero, y también porque Inglaterra se negó a devolver el oro de propiedad venezolana a su legítimo dueño? Y también entenderán por que EEUU y sus lacayos insisten en la salida de Nicolás Maduro del poder cueste lo que cueste, inclusive a través de una ocupación militar extranjera; esto es así por que el país sudamericano es el tercer productor de oro a nivel internacional y la primera reserva internacional de crudo.
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