Últimamente la aviación estadounidense ha incrementado sus actividades cerca de las fronteras rusas. Este incremento forma parte de los planes de la OTAN relacionados con la contención de Rusia, opina el director de la revista Arsenal Otechestva (Arsenal de la Patria) y coronel en reserva, Víktor Murajovski.
El analista militar recordó en una entrevista con Sputnik que anualmente EEUU pone a prueba sus fuerzas estratégicas nucleares y envía sus bombarderos estratégicos —portadores de armas nucleares- a Europa. Una vez allí los B-52H realizan vuelos, que en el lenguaje militar se llaman de "exploración del teatro de operaciones". Esta exploración es solo una de las tareas que los pilotos estadounidenses persiguen cumplir durante sus misiones.
Además, estas aeronaves estudian las posibles rutas, accesos y líneas de lanzamiento de armas de destrucción aérea, calculan las capacidades de los sistemas de defensa antiaérea de Rusia —sobre todo sus radares- y ponen a prueba el sistema de mando global creado por EEUU que, aparte de otros medios, incluye a los satélites militares.
"Este año los aviones estadounidenses se han acercado como nunca antes a las fronteras de Rusia en la región del Báltico. Sin embargo, hay que entender que no violan nuestras fronteras", agregó el experto.
A su vez el director del portal Segodnia.ru, Yuri Kotenok, considera que la reciente escolta a un bombardero B-52H sobre el mar Báltico es uno de los incidentes que ocurren constantemente.
"Últimamente estas provocaciones se realizan de una manera más frecuente y representan una demostración de intenciones hostiles por parte de nuestros socios. Se trata de un tipo de 'disección' de nuestro sistema de defensa antiaérea y un 'troleo' de las Fuerzas Armadas de Rusia", aseveró.
No obstante, el experto destacó que los pilotos rusos, esta vez, actuaron de una manera muy profesional.
"Nuestro sistema de defensa antiaérea está en alerta y aparta aviones fuera de nuestras fronteras cada vez que estos tratan de realizar tentativas de semejante naturaleza", concluyó.
El 20 de marzo dos cazas rusos Su-27 escoltaron a un bombardero estratégico B-52H de EEUU sobre las aguas neutrales del mar Báltico.
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