Desde que comenzó a funcionar en 2005, el F-22 Raptor ha alcanzado una tasa de preparación de un 50%, una de las más bajas entre todos los cazas estadounidenses, señala David Axe en su artículo para el diario The National Interest.
Según el autor, "es poco probable que la pequeña fuerza de los cazas furtivos F-22 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos alcance la meta de preparación", establecida por el exsecretario de Defensa del país, James Mattis, en 2018.
Axe argumenta que muy pocos de los 187 F-22 están disponibles para el combate y para lograr una tasa de capacidad de misión del 80% para finales de septiembre de 2019.
Patrick Shanahan, actual secretario interino de Defensa de EEUU, siguió la idea de preparación de Mattis. En 2018 y 2019, la Fuerza Aérea de EEUU transfirió 750 millones de dólares a las cuentas de mantenimiento para las flotas de los F-22 y F-16 con la esperanza de alcanzar la meta propuesta.
El Raptor probablemente no estará a la altura del 80% de preparación debido en parte a "los cambios permanentes de estacionamiento" después del huracán, comentó Heather Wilson, secretaria de la Fuerza Aérea.
La tormenta de octubre de 2018 devastó la base Tyndall de la Fuerza Aérea en Florida que albergaba dos escuadrones de F-22. Se informó que alrededor de 17 aviones F-22 resultaron dañados por el huracán.
Teniendo en cuenta que es probable que Tyndall necesite años y miles de millones de dólares para su restauración, la Fuerza Aérea anunció que todos los F-22 se trasladarían a otras bases.
"Hemos recomendado que el mejor camino para aumentar la preparación y usar el dinero sabiamente es consolidar los F-22 operativos", señaló Wilson.
Según el autor, todavía hay una razón para esperar ciertas mejoras en la preparación: la redistribución de los Raptor en menos escuadrones, pero unos más grandes, podría ayudar a mejorar su tasa de capacidad de misión.
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