El Centro de Política Bipartidista (BPC) informó el 8 de julio que existe un "riesgo significativo" de un 'default' en EEUU en septiembre. Alexandr Lesnij, columnista de la edición en ruso de Sptunik, analiza si realmente el sistema financiero estadounidense ha llegado a un callejón sin salida o todavía tiene oportunidades de evitar el colapso.
Según los expertos, un gasto excesivo del presupuesto federal con una dinámica relativamente baja de crecimiento de los ingresos estatales lleva rápidamente a un 'default'.
El factor clave que provocó la reducción de los ingresos en el presupuesto estatal de EEUU es la política fiscal del presidente Trump, opinan los especialistas. En diciembre de 2017, firmó la ley sobre la reforma fiscal más grande de la historia del país.
En particular, la tasa impositiva corporativa bajó del 35 al 21%, mientras que el impuesto a los fondos provenientes de las actividades extranjeras de las compañías estadounidenses que regresan al país, se redujo del 35 al 8% para las ganancias reinvertidas y al 15,5% para el efectivo.
Como resultado, los ingresos fiscales en el año fiscal en curso aumentaron un 2-3% en lugar de un 5-6% esperado.
Según Lesnij, el riesgo de un 'default' en la primera quincena de septiembre aumenta debido a que el Departamento del Tesoro debe pagar unas sumas enormes a los tenedores de los bonos de EEUU.
"El Gobierno podría actuar como siempre: lanzar una nueva porción de bonos del Tesoro al mercado y enviar los ingresos para cubrir los pagos. El problema es que a principios de marzo la deuda nacional ya alcanzó 22 billones de dólares por primea vez en la historia".
El Departamento del Tesoro no tiene derecho a atraer préstamos debido a las restricciones legislativas sobre el tamaño de la deuda. Los expertos del BPC llaman a los parlamentarios que aborden este problema con urgencia, porque queda poco tiempo, puesto que el 26 de julio el Congreso se va de vacaciones para un mes y medio.
"Si los parlamentarios estadounidenses no suben el límite máximo de la deuda pública para septiembre, el Departamento del Tesoro tendrá que anunciar un incumplimiento de ciertas obligaciones, lo que inevitablemente llevará a una disminución en la calificación crediticia del país", analiza Lesnij.
Al mismo tiempo, la falta de nuevos bonos del Tesoro en el mercado debilitará drásticamente la moneda estadounidense. Al perder la oportunidad de invertir, los tenedores de dólares se librarán de ellos, lo que tendrá un impacto negativo en la moneda de reserva mundial, añade el columnista.
Otro problema es que la iniciativa política para subir el límite de la deuda pública debe provenir del presidente de Estados Unidos: deberá convencer a los parlamentarios de que vuelvan a dar este paso. Las tensiones entre Trump y los legisladores complican aún más la situación.
Tras la reciente cumbre del G20 en Osaka, el presidente de EEUU fue prácticamente acusado de traicionar los intereses de la seguridad nacional debido a su promesa de levantar las sanciones contra el gigante chino de tecnología Huawei. Aunque fue él quien las había promovido.
"Todo esto significa que la posibilidad de aumentar rápidamente el límite de la deuda pública es cercana a cero, y un default técnico de Estados Unidos en las primeras semanas de septiembre es bastante real", concluye Lesnij.
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