El lanzamiento espectacular de la criptodivisa libra de Facebook se perfila como un 'dólar digital', con fuertes implicaciones geoestratégicas, que goza de la tácita aprobación tanto de Mark Carney, gobernador del Banco de Inglaterra, como de Jerome Powell, gobernador de la Reserva Federal, frente a la fuerte oposición europea, de Rusia y China.
¿La libra evoca una "liberación o una pesadilla"?.Para sus creadores es natural que pretendan que se trata de una liberación digitálica en un mundo que tiende a una sociedad "sin efectivo (cashless)", lo cual contrasta con la ferocidad de sus críticos.
Facebook se ostenta como una 'hermana de la caridad', mientras en EEUU, Maxine Waters, del Comité Camaral de Servicios Financieros, exhortó a que Facebook congele su proyecto de la libra hasta que los reguladores lo hayan aprobado, dado su "pasado perturbador".
The Financial Times(20.06.19) —que con The Economist pertenece al grupo Pearson que controlan los banqueros Rothschild, aliados del megaespeculador George Soros—, no es nada entusiasta e incita a que los "reguladores" formulen cuatro preguntas alusivas:
1. "¿De qué se trata?": "¿Es dinero?¿Es un seguro?¿Es un fondo?¿Captará depósitos?"
Toda esta panoplia de preguntas tendrá consecuencias regulatorias y "afectarán el tipo de licencia que libra requerirá y el tipo de regulador que la vigilará".
2. "¿Se necesitan nuevas reglas o las regulaciones existentes pueden ser aplicadas?"
Citan a la legisladora Maxine Waters, quien aduce que "el mercado de las criptodivisas carece de un marco de referencia regulatorio para proveer fuertes protecciones a los inversionistas".
3. "¿Cuál es el balance entre riesgo y oportunidad?"
Los "centralbanquistas y reguladores son flemáticos hasta ahora", como Mark Carney, gobernador del Banco de Inglaterra, quien mantiene su "apertura de mente", pero aún no concede la "puerta abierta".
The Financial Times enarbola más preguntas: "¿Quién es responsable si se pierde dinero? ¿Quién interviene si es 'hackeada' Calibra, la cartera digital de Facebook?".
4. "¿Será usado para el crimen financiero?": la preocupación va desde el "hackeo pasando por la evasión de impuestos" hasta el "lavado de dinero".
Katharina Pistor, profesora en la Escuela de Leyes de Columbia y autora del libro 'El código del capital: cómo las leyes crean riqueza y desigualdad", fulmina en el portal Project Syndicate, que recibe 'donativos' de George Soros, que la libra "debe ser detenida" ya que aspira a "dominar el mundo", razón por la cual "Facebook ha evitado trabajar directamente con cualquiera de los bancos comerciales, por temor a despertar la preocupación de seguridad".
Pistor señala que, si en un dado caso la libra tiene dificultades, "los bancos centrales estarán obligados a proveer la liquidez" que "ninguna entidad privada puede brindar" ya que "no se pueden rescatar a sí mismos". Arguye que las "garantías" son "ilusorias" ya que no puede otorgar "la protección del valor de la divisa" y concluye que "los gobiernos no deben permitir que las partes privadas y buscadoras de ganancias pongan el entero sistema financiero global en riesgo".
Nada menos que Chris Hughes, cofundador de Facebook y quien rompió estruendosamente con Mark Zuckerberg, señaló que la libra "otorgaría poder a las malas manos", por lo que "los reguladores no deben subestimar el potencial disruptivo de la divisa digital" ya que le daría "demasiado control de la política monetaria de los bancos centrales a las empresas privadas", lo cual "no es apropiado para el sistema monetario global": si los "reguladores globales no actúan ahora, podría pronto ser muy tarde".
A juicio de Hughes, la "libra interrumpirá y debilitará a los países, permitiendo a la gente moverse de las divisas locales inestables a una divisa denominada en dólares y euros y manejada por las trasnacionales", lo cual "amenaza la capacidad de los gobiernos de los mercados emergentes a controlar su oferta monetaria, sus medios locales de las cotizaciones y, en algunos casos, su capacidad de imponer controles de capital".
Hughes considera que la "descentralización" de la libra constituye "un giro de poder de los bancos centrales del mundo en vías de desarrollo a las trasnacionales y a la Reserva Federal de EEUU y al Banco Central Europeo". Quizá le faltó agregar, en caso de que se implemente el Brexit, al Banco de Inglaterra, donde se nota muy facilitador a su gobernador, Mark Carney.
¿Estamos ante un golpe monetario digital que no se atreve a decir su nombre?
Hughes exhorta a los "reguladores en los mercados emergentes" de "ralentizar la intrusión de Facebook y prevenir de aceptar la libra a los bancos locales y a las redes de procesos de pagos".
El Ministro de Finanzas de Francia, Bruno Le Maire, invocó que "se necesita regular a los gigantes digitales" ya que la libra como "instrumento de transacciones permitirá a Facebook capturar millones y millones de datos".
Francia solicitó un reporte para la mitad de julio sobre la libra a los bancos centrales del G7, así como del FMI, mientras que Markus Ferber, un importante legislador alemán en el Parlamento Europeo, alertó que la libra debe colocar a los "reguladores en su máxima alerta".
Varios legisladores influyentes del Congreso de EEUU han criticado la criptomoneda, como el senador republicano Josh Hawley, quien señalóque con la libra "Facebook expande su monopolio", mientras que el Senador demócrata Sherrod Brown, miembro prominente del Comité Bancario del Senado, proclamó que "no podemos permitir que Facebook maneje una riesgosa nueva criptodivisa a partir de una cuenta bancaria en Suiza sin vigilancia".
El BIS, 'banco central de los bancos centrales', con sede en Basilea, Suiza, advirtió los riesgos que comporta la libra a las finanzas y teme que los grupos 'big-tech' amenacen la estabilidad y pudieran rápidamente establecer una "posición dominante" en las finanzas globales y constituir una amenaza potencial a la competencia y al bienestar social.
Según el BIS, los reguladores del mundo necesitan "modernizar" las reglas para lidiar con los cambios estructurales y advirtió que el mal uso de los datos puede tener "adversos efectos económicos y de bienestar" y sentenció que la coordinación entre las autoridades nacionales e internacionales sería 'crucial'.
También la postura oficiosa de China tilda a la libra de tiranía global y de peligro para la libertad de los usuarios.
Según South China Morning Post, con sede en Hong Kong y propiedad de Alibaba, el lanzamiento de la libra encaminará a un nuevo tipo de "competencia de divisas" y obligará a China "a repensar cómo aborda las realidades del mundo digital" cuando Pekín prohíbe las criptodivisas como bitcoin, que vislumbra como una "amenaza a la estabilidad financiera" y "ha intentado, con poco éxito, desarrollar su propia divisa digital soberana".
En la óptica china, la libra "tendrá inmensas implicaciones para las divisas globales, pagos y sistemas financieros que las divisas tradicionales" y "podría socavar los esfuerzos de China para impedir las fugas de capitales, mientras que el potencial del yuan para convertirse en una divisa global pudiera generar incertidumbre para su uso en China como un instrumento económico y de política".
Jerome Powell, gobernador de la Reserva Federal de EEUU, compite con su homologo inglés, con su postura muy laxa frente a la libra y comentó que tenía "altas expectativas" por su "seguridad y solvencia" ya que la libra apoyará al dólar, como suplemento del dólar fíat.
¿Entonces, fue la libra diseñada por la banca anglosajona para apuntalar a sus alicaídas divisas fíat, el dólar y la libra esterlina?
A mi juicio, la libra pretende doblemente rescatar al dólar de su inevitable entropía y fortalecer una nueva alquimia financiera () al crear un 'dólar digital' para doblegar las divisas de Rusia, China y sus adversarios.
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