Turquía reconoce que EE.UU. le ha ofrecido datos de inteligencia para llevar a cabo su agresión militar en la provincia de Idlib, noroeste de Siria.
“Washington nos ha ofrecido datos de inteligencia de tierra, mar y aire sobre la región siria de Idlib”, así lo ha indicado el ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, en una entrevista concedida este martes a la agencia estatal Anadolu.
Con estos comentarios, el diplomático turco ha vuelto a amenazar con atacar Siria si Damasco no respeta el alto el fuego pactado sobre esta zona. “Estamos trabajando para que esta tregua sea permanente. Si el régimen (sirio) trata de avanzar a pesar del alto el fuego en Idlib, haremos lo que nuestros soldados han hecho hasta ahora”, ha sostenido.
El pasado jueves, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, sellaron en Moscú, la capital rusa, un acuerdo de alto el fuego para poner fin a semanas de tensión en la provincia de Idlib y eliminar el riesgo a un choque directo entre las tropas turcas y las rusas, que combaten en bandos enfrentados en el país árabe.
El canciller turco, no obstante, no se ha referido a que las agrupaciones terroristas, apoyadas por Ankara, siguen violando el citado pacto, ya que, en los últimos días, han atacado zonas residenciales y las posiciones del Ejército sirio en el noroeste del país árabe.
En otra parte de sus declaraciones, Cavusoglu ha afirmado, asimismo, que Moscú y Ankara han llegado a un acuerdo sobre el patrullaje de la zona. Según él, se prevé la creación de un corredor de seguridad a lo largo de la carretera M-4. Las fuerzas turcas vigilarían el territorio situado al norte del corredor de seguridad y las rusas las zonas localizadas al sur.
Entre los consensos alcanzados por Putin y Erdogan se anunció la creación de un corredor de seguridad de seis kilómetros al norte y seis kilómetros al sur de la estratégica carretera M-4 —que se extiende desde la ciudad costera de Latakia hasta Alepo—, controlada actualmente por las fuerzas sirias.
El pacto ruso-turco supone una victoria para Damasco, ya que consolida los avances del Ejército sirio por Idlib, mientras que significa una derrota para Turquía, que no logró frenar el progreso de los sirios ante los milicianos insurgentes, la mayoría extremistas, que operan como fuerzas paramilitares de Ankara en el país levantino.
Damasco, que ha denunciado en reiteradas ocasiones a Ankara por violar los acuerdos de alto el fuego en Idlib, incluido el anterior pacto de Sochi (2018), ha advertido, por su parte, que responderá, de manera contundente, a toda violación de la tregua en la provincia de Idlib por parte de las bandas terroristas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario