Corea del Norte desarrolló o ayudó a desarrollar la mayoría de los misiles balísticos iraníes de combustible líquido, asevera en su artículo para The National Interest el experto en Corea Bruce E. Bechtol. Sputnik pidió que un experto ruso en Corea analizara estas aseveraciones y relatara los pormenores de la cooperación entre Pyongyang y Teherán.
Corea del Norte está profundamente involucrada en el programa persa de misiles balísticos desde hace décadas, relata en su nota Bechtol y subraya que algunos expertos que no tienen suficiente información dicen que esta cooperación se redujo a partir de los 90. Desde su punto de vista, los especialistas norcoreanos están presentes en Irán hasta el día de hoy. El autor de la publicación califica esta cooperación de amenaza.
Según Bechtol, la historia de la mayoría de los misiles balísticos de Irán se remonta a la proliferación y el apoyo técnico por parte de Pyongyang. El columnista dio ejemplos de los misiles iraníes que supuestamente se parecen a los norcoreanos: la serie norcoreana Musudan y el misil persa Khorramshahr, la primera etapa del vehículo de lanzamiento iraní Safir y la del misil norcoreano Nodong, las tecnologías usadas en la lanzadera espacial Unha y el misil persa Simorgh.
El autor de la nota asevera que actualmente Corea del Norte ayuda a modernizar las capacidades de los misiles iraníes, mientras moderniza los suyos propios aún más. Bechtol pronostica que en cuestión de entre dos y cinco años probablemente se podrán ver pruebas de nuevos misiles persas y concluye su artículo con la siguiente conclusión: "Si los ves hoy en Corea del Norte, los verás mañana en Irán". Sin embargo, el analista de la Academia de Ciencias de Rusia, Evgueni Kim, no está de acuerdo con él.
Corea del Norte está profundamente involucrada en el programa persa de misiles balísticos desde hace décadas, relata en su nota Bechtol y subraya que algunos expertos que no tienen suficiente información dicen que esta cooperación se redujo a partir de los 90. Desde su punto de vista, los especialistas norcoreanos están presentes en Irán hasta el día de hoy. El autor de la publicación califica esta cooperación de amenaza.
Según Bechtol, la historia de la mayoría de los misiles balísticos de Irán se remonta a la proliferación y el apoyo técnico por parte de Pyongyang. El columnista dio ejemplos de los misiles iraníes que supuestamente se parecen a los norcoreanos: la serie norcoreana Musudan y el misil persa Khorramshahr, la primera etapa del vehículo de lanzamiento iraní Safir y la del misil norcoreano Nodong, las tecnologías usadas en la lanzadera espacial Unha y el misil persa Simorgh.
El autor de la nota asevera que actualmente Corea del Norte ayuda a modernizar las capacidades de los misiles iraníes, mientras moderniza los suyos propios aún más. Bechtol pronostica que en cuestión de entre dos y cinco años probablemente se podrán ver pruebas de nuevos misiles persas y concluye su artículo con la siguiente conclusión: "Si los ves hoy en Corea del Norte, los verás mañana en Irán". Sin embargo, el analista de la Academia de Ciencias de Rusia, Evgueni Kim, no está de acuerdo con él.
La tecnología de misiles norcoreana e Irán
Los misiles norcoreanos fueron creados sobre la base de misiles soviéticos. Corea del Norte no compró los misiles soviéticos directamente a la URSS o a Rusia, sino a otros países que los poseían como Egipto e Irak. Además, el país asiático adquirió misiles tácticos de corto alcance. Los científicos militares norcoreanos modificaron estos misiles al aumentar su alcance y cambiar otras características clave, dijo Kim en sus comentarios a Sputnik.
Cuando alguien habla de que los misiles iraníes se parecen a los de Corea del Norte, en esencia, no dice nada porque las tecnologías de creación de misiles de diferentes alcances son parecidas en la mayoría de los países. Muchos misiles tienen diseños muy parecidos. Los misiles, igual que los aviones, se parecen unos a otros, si bien están producidos por diferentes fabricantes, señaló el experto.
Corea del Norte en el pasado creó un reactor nuclear de una potencia de cinco megavatios y, luego, creó una fábrica donde enriquecía el uranio. Pyongyang no adquirió el equipamiento para estas dos instalaciones de Rusia o de cualquier otro país del mundo. Las centrifugadoras de gas, por ejemplo, se compraron a un empresario pakistaní que, a su vez, las había comprado a los Países Bajos.
"Este es el ejemplo de cómo los iraníes —teóricamente— podrían haber adquirido las tecnologías para sus misiles, es decir, a través de intermediarios. En el mundo hay muchos individuos que hacen este tipo de negocios", declaró el experto.
Según Kim, la llegada de los norcoreanos a Irán es constantemente vigilada por la inteligencia de otros países. Por eso, si las partes de verdad cooperaran en el ámbito militar, todos ya se habrían enterado de este hecho. En otras palabras, la cooperación militar norcoreana-iraní sería casi imposible de ocultar.
Cuando Corea del Norte lanzó sus misiles balísticos intercontinentales, hubo rumores en cuanto a la procedencia de la tecnología de su propulsor. Incluso hubo suposiciones de que los norcoreanos la habían obtenido de Ucrania. Pero es imposible de comprobar esta información.
Al mismo tiempo, la tecnología de la creación de misiles balísticos es bien conocida desde hace mucho tiempo. En otras palabras, en nuestros tiempos ya no necesario comprar o robar estas tecnologías de otros países, reiteró.
Pyongyang y Teherán, ¿socios o incluso aliados?
Irán y Corea del Norte tienen mucho en común: ambos países están sujetos a las medidas económicas de Estados Unidos y contrarrestan al expansionismo militar estadounidense en sus regiones respectivas. Las dos naciones fueron incluidas por el presidente George W. Bush en el llamado Eje del Mal. Además, los dos países por razones muy vagas habían sido incluidos en la lista de las naciones patrocinadoras del terrorismo internacional por el Departamento de Estado de EEUU.
"La cooperación entre Irán y Corea del Norte fue determinada, entre otras cosas, por su pertenencia al Movimiento de Países No Alineados. Además, ambos países tenían una posición política antiimperialista", dijo el entrevistado.
Las relaciones entre Teherán y Pyongyang se formalizaron a finales de los 80 cuando la República Islámica estaba dando sus primeros pasos en la escena mundial. Con el paso del tiempo Irán y Corea del Norte se hicieron socios muy cercanos. Algunas fuentes aseveran que las relaciones entre los dos se solidificaron cuando Pyongyang sirvió como intermediario en los suministros de armas a Teherán durante su guerra con Irak, que duró entre septiembre de 1980 y agosto de 1988.
Los lazos norcoreano-iraníes se estrecharon con la disolución de la Unión Soviética a principios de los 90. En aquel entonces Corea del Norte se quedó sin el principal suministrador del gas subvencionado. En esa situación, Pyongyang vio a Teherán como un socio importante que podría satisfacer sus necesidades energéticas.
Según Evgueni Kim, hoy los dos países sí podrían cooperar en el ámbito de los suministros de crudo, pero el principal problema es la distancia. Pero, como se puede ver en el ejemplo de los suministros de petróleo persa a Venezuela, este problema es resoluble. Corea del Norte carece de su propio petróleo: recibe una pequeña cantidad de crudo por un oleoducto desde China y también hubo suministros de hidrocarburos de Rusia.
Pero las exportaciones de petróleo al territorio norcoreano son sujeto de las sanciones. Y un país tan poblado como Corea del Norte —con unos 25 millones de habitantes— necesita mucho crudo, subrayó el entrevistado. En esta situación una de las opciones sería empezar los suministros desde Irán.
Otros posibles ámbitos de cooperación incluyen la medicina. Corea del Norte ha elaborado y producido varias fórmulas farmacéuticas que han mostrado muy buenos resultados durante las pruebas, pero a causa de las sanciones nadie quiere adquirirlos. Irán podría ser uno de los primeros países que importaría medicamentos norcoreanos. Teherán podría buscar una manera de comerciar más activamente con Pyongyang, concluyó.
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