El premier de Israel, Benjamín Netanyahu, está preocupado por el posible giro político de EE.UU. hacia los planes de ese régimen para la anexión de Cisjordania.
Netanyahu y algunas autoridades israelíes se reunieron el domingo con el embajador estadounidense ante Israel, David Friedman, y abordaron las últimas posturas de Washington ante los planes del régimen de ocupación de Tel Aviv para anexionarse extensas partes de la ocupada Cisjordania.
A este respecto, el canal de televisión israelí Kan informó de que las presiones de Jordania y los países árabes ribereños del Golfo Pérsico sobre Estados Unidos para convencer a Israel de no materializar su plan, como prevé hacerlo el próximo mes de julio, han preocupado sobremanera a Netanyahu.
De hecho, añade Kan, el primer ministro tiene miedo de no poder completar su plan de anexión antes de las elecciones presidenciales de EE.UU. —que se celebrarán en noviembre— y que cambie la opinión de la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre el tema.
Según The Time of Israel, el ministro israelí de asuntos exteriores, Gabi Ashkenazi, y el ministro israelí de defensa, Benny Gantz, —que en abril acordó un gabinete unitario con Netanyahu y alternará el puesto con este en noviembre de 2021— no han mostrado su respaldo a la anexión planificada de Netanyahu.
Washington ha estado presionando a Netanyahu para que solo avance con el controvertido movimiento si están de acuerdo Gantz y Ashkenazi, quienes también acudieron a la reunión del domingo, que conforme al canal 12 de la televisión israelí, fue un encuentro “fatídico”.
Esta anexión es parte del llamado ‘acuerdo del siglo’ presentado en enero por inquilino de la Casa Blanca, que otorga a los palestinos una autonomía limitada dentro de una patria discontinua, deja en manos de Israel el cotizado valle del Jordán y olvida la problemática de millones de refugiados palestinos deseosos de retornar a sus tierras.
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