A diferencia de las guerras que EE.UU. ha librado durante las últimas dos décadas, la próxima —"potencialmente" contra China o Rusia— "amenaza la supervivencia de la nación". Así lo ha advertido en una reciente entrevista con Air Force Times el general Timothy Ray, jefe del Comando de Ataque Global de la Fuerza Aérea estadounidense (A-F-G-S-C, por sus siglas en inglés), quien ha explicado cómo se prepara su unidad para este eventual conflicto nuclear.
Según Ray, los adversarios potenciales de su país han modernizado tanto sus armas nucleares como sus sistemas de entrega, por lo que Washington también necesita actualizar su red de bombarderos, submarinos y misiles balísticos intercontinentales. Así es como su comando planea responder a la reciente llamada del jefe de Estado Mayor, general Charles Brown, para que la Fuerza Aérea "acelere el cambio o pierda", indicó Ray.
El comandante relató que la Fuerza Aérea ya está trabajando en esta tarea, desarrollando el nuevo bombardero furtivo estratégico B-21 Raider. Sin embargo, hasta que estén listos suficientes B-21, también habrá que seguir manteniendo y modernizando la flota de bombarderos existente y envejecida de B-1, B-2 y B-52, admitió.
Por otro lado, la Fuerza Aérea ha otorgado en septiembre un contrato a Northrop Grumman para construir la próxima generación de misiles balísticos intercontinentales, conocidos como 'misil de Disuasión Estratégica con Base en Tierra' ('Ground Based Strategic Deterrent') y que reemplazarán al Minuteman III.
"Debemos mantener nuestra modernización nuclear y nuestras inversiones en ataques de largo alcance estables y actualizadas para asegurarnos de estar posicionados para el siglo XXI", enfatizó Ray, al tiempo que detalló que se seguirá invirtiendo en ataques de largo alcance, ya que no tienen "sustituto".
"El covid-19 no nos detendrá"
El general también enfatizó que su comando "nunca vaciló" a la hora de seguir entrenando pese a la pandemia de coronavirus, enviando bombarderos y sus tripulaciones al Pacífico Occidental, Europa y el Ártico. Esto fue posible gracias a modelos predictivos que permitieron a los comandantes tomar medidas puntuales de protección, en vez de recurrir a una solución de "talla única" ante la pandemia, subrayó Ray. "La nación espera que estemos preparados en todas las condiciones", aseveró el militar. "El coronavirus no nos ha detenido ni nos detendrá", concluyó.
El AFGSC también se centró en tratar de arreglar su problemática flota de B-1B Lancer, preparando para ello una "hoja de ruta hacia la recuperación" de dos años, señaló Ray. El comandante apuntó que algunos B-1 han participado en despliegues en la región del Pacífico, mostrando la mejora de 'salud' de la flota, mientras que otros todavía necesitan "reparaciones estructurales importantes". De hecho, la unidad planea retirar 17 de estos bombarderos debido a su funcionamiento inadecuado en Oriente Medio, adelantó el militar.
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