EE.UU. y Japón realizarán ejercicios militares en medio de temores de que China ataque a Taiwán durante las elecciones estadounidenses de noviembre.
El Comando del Indo-Pacífico de EE.UU. anunció el jueves que realizará ejercicios militares conjuntos ‘Keen Sword’ con las Fuerzas de Autodefensa de Japón (J-S-D-F, por sus siglas en inglés) y la Armada de Canadá, en los que participarán al menos 46 mil soldados, incluidos los desembarcos anfibios en varias islas japonesas, del 26 de octubre al 5 de noviembre.
El diario local Taiwan News ha aseverado este sábado que este anuncio se produce después de que Seth Cropsey, un ex personal naval estadounidense y miembro principal del Instituto Hudson (grupo de expertos con sede en Washington, capital de EEUU) advirtiera de un posible ataque de China a Taiwán.
En un artículo de opinión publicado el 17 de septiembre en el diario The Hill titulado: “Puede que nunca haya un mejor momento para que China ataque que la semana del 3 de noviembre”, Cropsey enumeró una serie de medidas que ha tomado el Ejército chino durante los últimos meses en medio de la tensión con Taiwán, incluidos el envío de aviones de combate y su grupo de ataque de portaviones, así como la organización de unos ejercicios a gran escala cerca del estrecho de Taiwán.
Cropsey advirtió que se trata de “no sólo una forma compleja de señalización política”, sino que son preparativos para un ataque a Taiwán, con el objetivo de “subyugarlo antes de que Estados Unidos y sus aliados puedan responder”.
El experto sostiene que si Estados Unidos se ve envuelto en una pelea por la transferencia de poder causada por una elección impugnada, el país estará mucho menos dispuesto a involucrarse en un “conflicto de grandes potencias de alto nivel”.
Por lo tanto, desde el punto de vista de China, “puede que nunca haya un mejor momento” para atacar que la semana del 3 de noviembre, afirma Cropsey.
Sin embargo, el anuncio del Ejército estadounidense sobre la realización de ejercicios conjuntos con Japón y Canadá, complica el cálculo para Pekín, ha concluido el diario taiwanés.
China y Taiwán viven una escalada de tensiones por distintos asuntos, entre ellos, los esfuerzos separatistas de las autoridades taiwanesas —especialmente de la presidenta, Tsai Ing-wen, que se opone al principio de una sola China—.
No obstante, las tiranteces ya de por sí tensas entre ambas partes se han agudizado por el apoyo militar y político que recibe la isla de parte de EEUU. De hecho, pese a la negativa de Pekín, Washington ha aumentado los contactos diplomáticos con Taipéi e intensificado las cooperaciones militares con la isla, convirtiéndose en su principal proveedor de armas.
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