Hace dos semanas, las fuerzas estadounidenses volvieron a usar misiles Hellfire R9-X, conocidos como ninja (usa cuchillas en lugar de explosivos), en un ataque selectivo en la provincia siria de Idlib (noroeste), que acabó con la vida de Sayaf Al-Tunesi, un cabecilla del grupo terrorista Horas Al-Din, vinculado a Al-Qaeda.
Según informó el jueves el rotativo estadounidense The New York Times, es la segunda vez en los últimos tres meses que las tropas estadounidenses utilizan esta extraña arma, que hasta hace poco era secreta.
El Hellfire R9-X fue desarrollado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) en 2011, durante el mandato del expresidente estadounidense Barack Obama.
De acuerdo con el periódico local The Wall Street Journal, drones estadounidenses utilizaron estos misiles en varias operaciones de asesinatos selectivos en Libia, Siria, Yemen, Somalia e Irak.
El “misil ninja” cuenta con seis largas cuchillas giratorias que actúan como una “picadora de carne”. Las víctimas mueren a causa de la velocidad del proyectil —vuela aproximadamente a 2000 km.h— o por efecto de las mortíferas cuchillas que rompen todo lo que encuentran a su paso.
El Gobierno sirio exige la salida de las tropas ocupantes de EE.UU. de su territorio, pues acusa a Washington de desestabilizar Siria para justificar su presencia militar y robar los recursos naturales del país árabe, entre otros objetivos imperialistas.
Los Gobiernos de Damasco y Bagdad denuncian, asimismo, que los ataques de la llamada coalición anti-Daesh, liderada por EEUU, en sus respectivos países han dejado un gran número de bajas civiles. Según los datos ofrecidos por la oenegé Airwars entre agosto de 2014 y finales de marzo de 2019, Washington y sus aliados mataron a más de12 mil civiles en Siria e Irak.
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