Estados Unidos desplegó los lanzacohetes tipo Sistema de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad (HIMARS, por sus siglas en inglés) desde Alemania hasta Rumania en aviones MC-130J, y los instaló en un campo de entrenamiento. Luego de usar el aparato para disparar cohetes al mar Negro, los devolvió a sus centros en el país germano.
Los ejercicios fueron ejecutados por una nueva brigada de artillería del Ejército estadounidense con base en Europa, “en tan solo unas pocas horas”, por lo que, según David Axe, columnista de la revista estadounidense Forbes, “fue una práctica para la guerra de alta tecnología”.
El lunes, en una publicación, Axe consideró que el ejercicio de las fuerzas estadounidenses en Europa conllevó “un mensaje para Moscú”: que los rusos sepan que “han restaurado su poder de fuego de largo alcance”.
El Ejército y el Cuerpo de Marines de EE.UU. llaman a este tipo de misiones “Infiltraciones Rápidas HIMARS” o “HIRAIN”; unas pruebas fundamentales en el marco del nuevo enfoque de la rama de combate terrestre sobre la potencia de fuego pesada.
Según el reporte, en lugar de desplegarse lentamente por carretera o ferrocarril, los lanzacohetes ahora pueden desplegarse de forma rápida por aire. Eso significa que pueden aparecer en casi cualquier lugar donde haya un aeródromo cercano.
El rotativo indicó que, como la distancia a través del mar Negro, desde la costa rumana hasta Crimea, es de solo 400 km, “los HIMARS que entran y salen de Rumania representan una seria e impredecible amenaza para las fuerzas rusas en la región”.
Estos ejercicios se desarrollan en momentos en que las relaciones entre Moscú y Washington se han tensado en torno a varios casos, como la crisis de Ucrania y a las presuntas injerencias rusas en las presidenciales estadounidenses de 2016, que el Kremlin niega.
Además, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), encabezada por EEUU, pretexta la “amenaza rusa” para acumular fuerzas militares y enviar vehículos de combate a los países bálticos, fronterizos con Rusia. Moscú considera estas actividades como una provocación directa contra su soberanía y advierte que amenazan la seguridad de la región y del mundo.
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