Las Al-Hashad Al-Shabi ven las manos de EE.UU. e Israel detrás del reciente ataque a sus posiciones en Nayaf y urgen al Gobierno a responder a dichas hostilidades.
El comando de la División Imam Ali (la paz sea con él), la segunda brigada de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), anunció el lunes que aviones no tripulados (drones) bombardearon uno de los depósitos de equipos en el campamento de Al-Deek, situado en la provincia de Nayaf (sur).
En una entrevista concedida este martes a la agencia iraní de noticias Tasnim, Abu Zia al-Saqir, un alto comandante de las fuerzas populares iraquíes, ha recalcado que el ataque en cuestión se realizó en el marco de “la continuación de una serie de ataques por parte de EE.UU. y el régimen israelí contra la organización”.
EE.UU. no respeta a Irak, ni sus promesas a este país
“EE.UU. no presta ninguna atención a sus declaraciones, promesas y acuerdos respecto a Irak, ya sea en el ámbito de la seguridad o no. Si EE.UU. hubiera respetado a Irak, este incidente [el de Nayaf] no habría sucedido. Los ataques contra las Al-Hashad Al-Shabi revelan la realidad”, ha dicho.
Tras reiterar que las Al-Hashad Al-Shabi forman “parte integral de las fuerzas de seguridad iraquíes”, Al-Saqir ha denunciado que los ataques contra las posiciones de las unidades de esta organización equivalen a “ataques a la soberanía y la integridad territorial de Irak”.
El Gobierno ha de responder
En otro momento de sus declaraciones, ha hecho un llamado al Gobierno de Bagdad a dar una respuesta apropiada a las incesantes medidas “destructivas” de Washington y el régimen de Tel Aviv en el territorio iraquí.
El bombardeo contra Nayaf se produjo cuando el primer ministro iraquí, Mustafa al-Kazemi, se encontraba de visita en Washington (capital estadounidense) para conversar sobre la retirada de las tropas de combate estadounidenses de Irak.
Tras una reunión mantenida el lunes, el presidente estadounidense, Joe Biden, y Al-Kazemi acordaron el cese de las operaciones de combate del país norteamericano en Irak.
No obstante, Biden señaló que continuará la “cooperación militar” de Washington en una “nueva fase” de las relaciones en el país árabe. Efectivamente, subrayó que el Ejército de EE.UU. seguirá “entrenando, asistiendo y ayudando” a las fuerzas iraquíes.
Esto mientras la presencia continua de las tropas estadounidenses se ha convertido en un tema polarizador, especialmente tras el brutal asesinato del teniente general iraní Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán; del subcomandante de las Al-Hashad Al-Shabi, Abu Mahdi al-Muhandis; y de varios de sus compañeros, en un ataque aéreo perpetrado por EE.UU. el 3 de enero de 2020.
Los grupos iraquíes denuncian que la presencia de EE.UU. en el país ha aumentado la inseguridad en la zona, advirtiendo que, si las tropas estadounidenses no salen de Irak, no descartan usar la opción militar para expulsarlas.
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