Hace solo unas horas según el canal Telegram “Military Affairs”, Francia habría desplegado 2 mil militares a suelo ucraniano para apoyar a las fuerzas armadas de ucrania en su lucha contra el ejército ruso.
Esta sería la primera intervención oficial y abierta de un país de la OTAN en el conflicto ruso-ucraniano, lo que marcaría el cruce de todas las líneas rojas para Moscú porque representaría una declaración de guerra tácita contra la federación rusa, algo de lo que ya había hablado anteriormente el presidente Vladimir Putin, advirtiendo entonces que tal intervención supondría una participación directa de la OTAN en el conflicto a favor de Kiev, y eso, como lo diría el presidente ruso, podría significar un ataque nuclear de represalia y el inicio formal de la tercera guerra mundial.
Desde hace días que el presidente francés, Emmanuel Macron, viene azuzando la guerra contra rusia, pidiendo a los demás países de la OTAN que envíen soldados a ucrania para combatir a favor de Kiev, pues, según él, la intervención rusa en ucrania es una amenaza a la seguridad nacional de todos los países occidentales; específicamente estaría amenazando a todos los países de la Unión Europea, así como a los miembros europeos de la OTAN; de tal modo que el presidente francés dice que Rusia no se detendrá en Ucrania y que eventualmente lanzará una operación militar contra todo el resto de Europa.
Asimismo, el presidente norteamericano, Joe Biden, había afirmado anteriormente que rusia no se detendría en Ucrania, y que eventualmente atacaría a todo el resto de Europa, de tal modo que, según él, era necesario continuar el apoyo militar a Kiev para derrotar a Rusia antes de que este país invada el resto de Europa.
Sin embargo, todos saben que el conflicto en Ucrania comenzó con la expansión de la OTAN hacia el este de Europa, es decir, hacia las fronteras de Rusia, situación que se le prometió a las autoridades de la extinta Unión Soviética que no pasaría, así como a los líderes políticos de Rusia una vez desintegrada la Unión Soviética.
Esta expansión de la OTAN hacia las fronteras de Rusia perseguía anexar eventualmente a Ucrania como parte de la alianza, lo que supondría un peligro existencial para la misma federación rusa.
Por otro lado, los países occidentales estuvieron armando y asesorando militarmente a Kiev desde la caída del gobierno de Víctor Yanukovich, derrocamiento que se produjo durante el llamado Euromaidán, movimiento que fue financiado y dirigido por los líderes occidentales, así como por las ONG occidentales, destacándose la participación del magnate estadounidense George Soros.
Durante este periodo de tiempo, luego de la caída de Víctor Yanukovich, Kiev comenzó una campaña de represión y limpieza étnica contra los habitantes ruso-parlantes y de origen ruso en los territorios de las repúblicas del Donbás, así como en las regiones de Odessa, Zaporozhie, Jersón y Járkov, a tal grado que las regiones del Donbás y la península de Crimea decidieron su escisión de ucrania, para su posterior anexión a la federación rusa.
Cabe aclarar que la escisión y posterior anexión a Rusia de Crimea fue casi inmediata, mientras que las repúblicas del Donbás declararon su independencia, pero no su anexión a la federación rusa, sino que esa situación se presentó hasta el año 2022, justo después de pedir la intervención de rusia para garantizar su supervivencia.
Y es que desde que se presentó la anexión de la península de Crimea a la federación rusa, así como la declaración de independencia de la repúblicas del Donbás, el gobierno de Kiev comenzó y mantuvo una constante agresión contra la república de Donetsk, así como contra la república de Luhansk, razón por la cual estas repúblicas pidieron la intervención de rusia para evitar una tragedia y así poder mantener su autonomía; porque no olvidemos que Kiev jamás respetó los acuerdos de Minsk, ni tampoco los países occidentales lo hicieron, de tal modo que no le dejaron otro remedio a rusia más que intervenir para salvar del genocidio de Kiev a las repúblicas del Donbás; y así es como comenzó el actual conflicto entre Rusia y Ucrania, conflicto que ahora mismo está a punto de extenderse a toda Europa si Francia no da marcha atrás y saca a sus militares de ucrania.
Porque no olvidemos que los militares franceses no están en ucrania para solo asesorar a las fuerzas militares ucranianas, sino que en realidad fueron enviados allí para combatir al lado de los ucranianos, es decir, para combatir directamente al ejército ruso, pues eso fue lo que declaró recientemente el presidente francés: que enviaría a sus soldados a ucrania para combatir frontalmente a las fuerzas armadas de Rusia.
Pues bien, ese escenario ya se cumplió y ahora mismo hay 2 mil soldados franceses en suelo ucraniano preparándose para entrar en combate contra el ejército ruso, situación que se presenta de manera abierta y pública; es decir, es toda una declaración de guerra contra Rusia; una declaración de guerra por el momento circunscrita a territorio ucraniano, pero guerra que podría muy bien rebasar la fronteras de ucrania en un momento dado; no por nada el presidente ruso advirtió que de presentarse esa situación se consideraría un ataque nuclear de represalia contra Francia o contra otro cualquier país que combatiese directamente contra el ejército ruso.
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