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domingo, 11 de abril de 2021

KF-21 Boramae: el caza coreano de nueva generación que es más que una copia del F-22

Con la presentación del prototipo ya construido del nuevo caza de fabricación surcoreana, el panorama de los aviones de combate se ha ampliado. El KF-21 Boramae podría resultar ser una aeronave como ninguna otra.

El Halcón contra el Raptor

A pesar de su aparente similitud al caza estadounidense de quinta generación F-22 Raptor, el Boramae (halcón, en español), es una aeronave muy diferente. Una comparativa del F-22 Raptor (abajo) y KF-21 Boramae (arriba).

En primer lugar, están las dimensiones de las dos aeronaves. El F-22 es sustancialmente más grande que la aeronave surcoreana y, según los datos iniciales, pesa un 30% más con un peso máximo al despegar de 25,5 toneladas contra las prácticamente 38 toneladas del Raptor.

Aunque el KF-21 tiene unas líneas generales de diseño furtivo similares al Raptor, sus diseñadores afirman que no es un avión furtivo. Sin embargo, lo están preparando para volverlo gradualmente más sigiloso en sus futuras versiones, la primera de las cuales podría ser presentada ya en 2026. Actualmente, presenta una sección transversal del radar equivalente a la del Eurofighter Typhoon, indica Thomas Newdick de The Drive.

De hecho, la primera versión, el Block 1, solo ofrece armas suspendidas sobre los pilones bajo las alas, así como cuatro misiles medio hundidos en el fuselaje. Una configuración similar se puede observar en el interceptor ruso MiG-31 y el caza estadounidense F-14 Tomcat. En las versiones siguientes está previsto que el caza surcoreano cuente con una bodega de armas cerrada para mejorar sus cualidades de furtividad, ya que el diseño actual ha reservado algo de espacio para ello.

Como sería de esperar, al ser bastante más ligero, el Halcón tiene motores menos potentes. Así, de momento los prototipos del KF-21 serán propulsados por los motores estadounidenses General Electric F-414-GE-400K. Otras versiones de estos motores turbofán también se utilizan en los cazas F/A-18E/F Super Hornet, EA-18G Growler, JAS 39 E/F Gripen y también podrían verse en los Tejas Mk 2 indios.

Cada uno de dichos motores tienen un empuje aproximado de unos 58 kN en modo de vuelo normal y pueden generar hasta 99 kN de empuje con el postquemador, mientras que los Pratt&Whitney F119-PW-100 del F-22 generan 116 y 156 kN, respectivamente.

Al analizar todo esto, se puede afirmar que se trata de un avión de 4 generación que cuenta con algunas de las características técnicas de los cazas de quinta generación, razón por la cual a estos aviones se les suele atribuir a la llamada generación 4+, como es el caso de los cazas rusos MiG-35 y el Su-35S.
Entre estas características están el radar AESA de fabricación nacional, el sensor de seguimiento por infrarrojos integrado, un conjunto de interferencias electrónicas, sensores de alerta de aproximación de misiles y un importante acento en el conocimiento situacional.

Según los creadores del KF-21, la esperanza es que para la década de 2030 sean capaces de producir un avión sigiloso. Para entonces, los diseñadores coreanos esperan que también mejore su dominio del material absorbente de radares.

¿De qué será capaz el Halcón de Corea del Sur?

Al parecer, el KF-21 dispondrá de un amplio número de puntos de suspensión externos para su armamento, con un total de seis puntos de anclaje bajo las alas así como cuatro más para misiles semi-encastrados bajo el fuselaje. Inicialmente, el KF-21 Block 1 solo será apto para combates aéreos, mientras que los ataques a tierra estarán disponibles solo para los KF-21 Block 2 y las versiones posteriores.

Al tratarse de un caza de clase media, que no aspira a las prestaciones de los cazas pesados como el Su-35S, Su-57 o el F-22, el Halcón tiene un alcance de aproximadamente 3.000 km, que podría verse sustancialmente reducido si se tratara del radio de combate. El KF-21 podrá alcanzar una velocidad punta de Mach 1,83, asegura el fabricante. Con ello, cabe destacar que estas cifras están sujetas a cambios una vez comiencen las pruebas de vuelo.

El nuevo nivel de la industria de Corea del Sur

Mientras Turquía está en pleno proceso de desarrollo de su propio caza de quinta generación, así como lo están varios países europeos, el surgimiento del nuevo caza en Corea del Sur podría generar sorpresa. Sin embargo, este país asiático presenta todas las condiciones para ir a pasos agigantados en la industria aeronáutica.

Aunque el país no tenga la reputación de un fabricante de aviones de combate y su Fuerza Aérea está compuesta principalmente por cazas de origen estadounidense, Corea del Sur tiene vasta experiencia en este ámbito. Un ejemplo de ello son los cazas de entrenamiento y combate FA-50, así como la fabricación local de los F-16C/D Block 52 para la Fuerza Aérea de Corea del Sur.

Esto, junto con el uso de una aproximación innovadora a la fabricación de un nuevo caza, podría explicar el trepidante ritmo al que avanza el proyecto del KF-21. Ello incluye un uso extensivo de diseño y pruebas digitales, así como la decisión de fabricar primero una versión simplificada, que le permitirá a Corea del Sur tener el tiempo a su favor a la hora de vender sus cazas, mientras sus competidores siguen estando en las etapas iniciales de sus respectivos proyectos.

Y es que el proyecto del KF-21 fue anunciado en 2015, en 2019 se dio el visto bueno para el ensamblaje del primer prototipo y ya en 2020 la Industria Aeroespacial Coreana (KAI, por sus siglas en inglés) anunciaba la finalización del ensamblaje de la aeronave. Está previsto que la Fuerza Aérea de Corea del Sur introduzca 40 unidades del Halcón para 2028 y cuente con una flota de 120 unidades para 2032, la mayoría de los cuales serán de la versión menos sigilosa. Podría parecer un plan ambicioso, pero hasta la fecha el proyecto ha avanzado a una velocidad impresionante.

Cabe destacar que el 65% de los componentes son de fabricación nacional, incluido el avanzado radar de barrido electrónico activo (AESA), aviónica, computadores de control de vuelo, equipos de guerra radioelectrónica y sensor de búsqueda y seguimiento por infrarrojos. No es de sorprender que todo el proyecto ya ha creado 12.000 puestos de trabajo y está previsto que genere 10.000 más cuando comience la producción en serie del KF-21, según lo declaró el presidente surcoreano, Moon Jae-in, durante la presentación oficial del caza.

KF-21 Boramae: ¿solo para Corea del Sur?

En la presentación del KF-21 se mostró el prototipo con proyecciones de las banderas de distintos países sobre su fuselaje, lo que demuestra la intención, o al menos la esperanza, de que el caza se exporte. Curiosamente, una de las banderas mostradas fue la de Turquía.

Dado que la empresa estadounidense Lockheed Martin, fabricante del F-35 que no se le entregó al país otomano después de que este adquiriera sistemas defensa antiaérea rusos, ha vendido parte de su tecnología a los coreanos para su programa KF-21, es difícil asegurar que el caza se exportará realmente en grandes cantidades. Ello se debe al hecho de que Estados Unidos podría tener cierto poder de veto, por lo que no todos los países podrían hacerse con el KF-21.

Sin embargo, el Boramae podría tener ya a Indonesia como el primer operador extranjero del caza. Este podría ser el caso debido a la financiación. El avión ha sido financiado en su mayor parte por el Gobierno coreano con una participación del 60%, mientras que el resto ha sido financiado por el conglomerado aeroespacial coreano y el gobierno indonesio a partes iguales.

Hubo informes de que Indonesia tenía problemas para atenerse a sus compromisos con el proyecto, pero, durante la presentación del caza, el ministro de Defensa indonesio, Prabowo Subianto, confirmó que la participación de su país sigue en pie y que hay planes para adquirir 50 cazas para su Fuerza Aérea.

Actualmente, se planea poner a prueba de vuelo los prototipos durante tres o cuatro años. El primer vuelo todavía se espera para 2022, ya que no todos los componentes internos pueden estar listos y todo tiene que ser probado a fondo en tierra antes de que pueda tener lugar el vuelo de prueba. La producción en serie debe comenzar en 2025.

Todo esto es un calendario muy ambicioso y quizá la tecnología haya avanzado lo suficiente como para permitir estos calendarios. Sin embargo, incluso si todo va bien, el aumento de la producción llevará tiempo, al igual que la formación de todo el personal relacionado a la aeronave.
De ser realistas, la primera entrega de los cazas KF-21 a las fuerzas aéreas no se producirá hasta al menos 2027 y el primer escuadrón no llegará a alcanzar una capacidad operativa inicial antes de 2029. Es probable que este caza se convierta en el pilar de las fuerzas aéreas coreanas dentro de dos décadas y con un poco de suerte, podríamos incluso ver al Boramae volar con otras fuerzas aéreas por todo el mundo. Sea cual sea el caso, el KF-21 acaba de hacer que el panorama de los cazas sea un poco más variado y más interesante.

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