"Me imaginaba a mí mismo como una especie de dios ...", escribió. "Si la verdad sea dicha, yo llevaba algunas fuertes fantasías mesiánicas conmigo desde la infancia que sentí que tenía que controlar, si no me podrían meter en problemas.
Cuando el diario británico Independent le pidió dar más detalles sobre esta declaración, Soros se limito a decir: cuando usted se considera una especie de dios, el creador de todo, entonces es un tipo de enfermedad, sin embargo, me siento cómodo con ello. "Así me considero desde que empecé a tener consciencia de mi mismo".
Aquellos familiarizados con Soros probablemente lo consideren un loco irrelevante. Pero para aquellos que han seguido su carrera y su ascenso socio-político, se dan cuenta de que, si bien puede estar loco, es un multimillonario loco, y los multimillonarios no suelen ser irrelevantes.
En especial, no multimillonarios locos con agendas egocéntricas que creen que las reglas normales no se aplican a ellos.
Soros ha aprendido que con enormes reservas de dinero -sin moral ni ética- a su disposición tiene el poder de hacer "aceptable" lo obsceno, es decir, el asesinato, la corrupción, la intolerancia, la homosexualidad, el aborto, etcétera. Su trabajo como especulador financiero, auto-proclamado "amoral", ha dejado a millones en la pobreza cuando sus economías son destruidas.
En especial, no multimillonarios locos con agendas egocéntricas que creen que las reglas normales no se aplican a ellos.
Soros ha aprendido que con enormes reservas de dinero -sin moral ni ética- a su disposición tiene el poder de hacer "aceptable" lo obsceno, es decir, el asesinato, la corrupción, la intolerancia, la homosexualidad, el aborto, etcétera. Su trabajo como especulador financiero, auto-proclamado "amoral", ha dejado a millones en la pobreza cuando sus economías son destruidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario