Es necesario empezar la planificación militar de la operación y el entrenamiento de las Fuerzas Armadas y de las Fuerzas Aéreas de China, señaló el exmilitar al Global Times,según recoge el South China Morning Post. Entre los ejercicios propuestas por el excomandante figura el bloqueo del estrecho de Taiwán, los ataques aéreos de la aviación china contra las defensas de la isla y el despliegue rápido de los submarinos y buques de guerra "en caso de crisis".
Por otro lado, actualmente no existen razones de carácter militar o político para que China se enfrasque en la preparación para tomar Taiwán por la fuerza, explicó Andréi Karnéev, sinólogo ruso, a Sputnik.
Más allá del claro enfriamiento en las relaciones entre Pekín y Taipéi tras las elecciones presidenciales en Taiwán, la situación en el estrecho es tranquila y estable. Es posible que las declaraciones del exgeneral sean una forma de reflejar el descontento general del pueblo chino ante las declaraciones independentistas de la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, y también supongan una forma de presionar a su administración, recordándole que hay una línea roja que no debe ser traspasada, explica el experto ruso.
Aunque por ahora Tsai Ing-wen no está dispuesta a hablar de una China unida, tampoco ha emprendido pasos definitivos para profundizar la independencia de Taiwán, por lo que "no existen motivos para que China actúe", opina el experto.
Mientras tanto, el antiguo partido gobernante taiwanés Kuomintang intenta aprovecharse de los desacuerdos entre China y la administración actual de la isla para acercarse a Pekín. Este movimiento podría generar nuevas perspectivas en el desarrollo de las relaciones pacíficas entre ambas partes y, como consecuencia, fomentar la reputación del partido como el único grupo político capaz de mantener unas relaciones constructivas con el Gobierno de China.
En este sentido, Pekín ya espera la visita de una delegación del Kuomintang para finales de octubre o inicios de noviembre.
Mientras tanto, el antiguo partido gobernante taiwanés Kuomintang intenta aprovecharse de los desacuerdos entre China y la administración actual de la isla para acercarse a Pekín. Este movimiento podría generar nuevas perspectivas en el desarrollo de las relaciones pacíficas entre ambas partes y, como consecuencia, fomentar la reputación del partido como el único grupo político capaz de mantener unas relaciones constructivas con el Gobierno de China.
En este sentido, Pekín ya espera la visita de una delegación del Kuomintang para finales de octubre o inicios de noviembre.
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