Este 18 de enero por fin China lanza oficialmente el petro-yuan o yuan-oro, o lo que es lo mismo, los contratos de futuros de petroleo denominados en yuanes y convertibles directamente en oro en la bolsa de oro de Shanghái.
Como ya he comentado en más de una ocasión, este paso en la estrategia económica y financiera del gigante asiático marca la entrada formal a un nuevo orden financiero mundial en detrimento de Estados Unidos y encabezado precisamente por China.
Así es, este petro-yuan sin duda será abrazado con entusiasmo por los principales productores de petróleo, a excepción, quizá, de Arabia Saudita.
Rusia e Irán, el segundo y el cuarto exportador mundial del hidrocarburo, están que saltan de felicidad, pues a partir del 18 de enero cualquier sanción económica actual, y futura, que les imponga el tío Sam pierde toda eficacia, de tal manera que a partir de ese momento podrán realizar comercio internacional sin pasar necesariamente por las instituciones financieras internacionales controladas por Washington (y por el Dólar) como lo son el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, el banco de pagos internacionales y los sistemas de pago internacionales occidentales como VISA y Mastercard.
A partir de ese momento el mundo vivirá una nueva era cuyo centro neurálgico se desplazará de occidente a Eurasia, y cuyos líderes serán los BRICS con China y Rusia a la cabeza.
El mundo se prepara para este tsunami financiero que recorrerá el planeta de extremo a extremo, dándose casos como el recientemente protagonizado por Pakistán, país que ha pactado con China eliminar por completo el uso de Dólar en su intercambio comercial para sustituirlo por el Yuan.
Ya desde hace unos años atrás Rusia y China han establecido el comercio bilateral solo en yuanes y rublos, pero a partir del 18 de enero esa alianza se hará aún más fuerte.
Otro país que ha firmado un tratado similar con China es Venezuela, país cuyo presidente ha decretado el abandono oficial de la moneda estadounidense para sustituirla por la moneda china.
El caso venezolano es especialmente interesante, pues además de haber tomado esta medida, el país sudamericano ha anunciado la sustitución de la moneda nacional, es decir el Bolívar, por una criptodivisa, en este caso, por el Petro. Ya países como Rusia y China han lanzado sus respectivas criptomonedas, es decir, el Cripto Rublo y el Cripto Yuan.
Así que en un futuro no tan lejano veremos no solo el petro-yuan, sino también, el petro-cripto-Yuan.
Otro país que ha firmado un tratado similar con China es Venezuela, país cuyo presidente ha decretado el abandono oficial de la moneda estadounidense para sustituirla por la moneda china.
El caso venezolano es especialmente interesante, pues además de haber tomado esta medida, el país sudamericano ha anunciado la sustitución de la moneda nacional, es decir el Bolívar, por una criptodivisa, en este caso, por el Petro. Ya países como Rusia y China han lanzado sus respectivas criptomonedas, es decir, el Cripto Rublo y el Cripto Yuan.
Así que en un futuro no tan lejano veremos no solo el petro-yuan, sino también, el petro-cripto-Yuan.
Pero este movimiento de China no es una decisión que se haya tomado de un momento a otro; no, en realidad es una estrategia que ya tiene años que está siendo planeada.
Así es, al menos desde el año 2009 China ha estado diseñando un nuevo orden financiero global a través de la eliminación del Dólar estadounidense y del liderazgo que representa actualmente la nación norteamericana. De esta manera China trata de sustituir al Dolar por el Yuan, u otra moneda global controlada por ellos mismos, para que de esa forma China se haga con el liderazgo en la economía y comercio mundial.
Este plan chino-ruso, y de los BRICS, es altamente temido por Washington y sus aliados, es por ello que han comenzado a planear estrategias para descarrilarlo, empezando por la misma destrucción de siria, Iraq y otros aliados del bloque euroasiático.
Y, ¿a que otros aliados me refiero? Pues a Irán y Venezuela.
Así es, Irán aparte de ser el país con las terceras mayores reservas mundiales probadas de petróleo, el primero es Venezuela, es asimismo el cuarto productor actual del hidrocarburo.
Por lo tanto, destruir Irán significaría propinarle un duro golpe al plan chino de destruir al dólar y encumbrar su moneda como divisa de reserva mundial en sustitución de la moneda norteamericana.
Esa es la razón de las recientes protestas antigubernamentales que estamos viendo desarrollarse en el país persa; protestas organizadas y aupadas, como no podía ser de otra manera, por Washington, Israel y aliados regionales.
Y tan cierto es eso, que el presidente norteamericano olvidándose de todo protocolo y diplomacia básica, ha declarado que ellos organizaron dichas protestas y que cualquiera que esté dispuesto a participar de ellas recibirá una compensación económica por parte del gobierno norteamericano; de tal manera que con estas declaraciones Estados Unidos se convierte en un país paria que abiertamente reconoce que ellos son los responsables de todo el caos que sufre actualmente el mundo, pues todas las llamadas primaveras árabes, revoluciones de colores y demás movimientos políticos subversivos y extremistas, son organizados y financiados por ellos mismos con el único fin de destruir o debilitar a sus adversarios geopolíticos.
Así que este embate actual, imperialista y estadounidense, es de suma importancia y los países afectados deben de unir fuerzas para resistirlo y no dejarse arrastrar por las intrigas, los mercenarios asueldo y los agentes infiltrados de EEUU.
Estados unidos no tiene otra opción que hacerlo de esta manera, pues una intervención directa significaría una confrontación abierta con Rusia y China, algo que no tendría opción de retorno y con un resultado impredecible.
Hoy estamos ante un punto de inflexión donde todos los modelos actuales serán puestos en duda y donde se impondrán nuevos paradigmas; empezando por la implantación del Yuan como divisa de reserva mundial y, asimismo, con la irrupción de manera extendida de las criptomonedas oficiales con la consiguiente eliminación de las así llamadas criptomonedas “descentralizadas”.
La embestida contra la república islámica de Irán no tendrá éxito y el petro-Yuan terminará por imponerse en los países asiáticos, africanos y del cercano oriente.
Por otro lado, cada vez, y de manera más persistente, se comienza hablar en los medios alineados con el establishment del FEDCoin, estableciendo con ello las bases en el subconsciente colectivo acerca de la necesidad de sustituir el papel moneda por una nueva moneda virtual y supuestamente infalsificable.
Pero no solo eso, con la llegada del FEDCoin también llega la era del control total de las transacciones financieras y, por lo tanto, al menos en la mente de sus creadores, se termina con la evasión fiscal y con el lavado de dinero.
De esta manera el control sobre nuestras transacciones económicas queda totalmente controlado y sujeto a la aprobación del gobierno, es decir, de ellos, de la élite bancaria y apátrida.
Ese es el futuro que le espera a los estadounidenses y a todos los que se queden de su lado, es decir, ese es el futuro para todos los países que queden fuera del esquema del petro-yuan y del nuevo orden financiero instaurado por Rusia, China y los BRICS.
El nuevo Dólar, o FEDCoin, no será reconocido por las economías orientales pues ellas utilizarán sólo el petro-yuan; de tal manera que el mundo se dividirá en dos polos: el encabezado por los EEUU y el encabezado por Rusia y China, de tal modo que o estás con unos o con los otros.
Si EEUU lanza el FEDCoin es para disponer de una moneda para cuando llegue el colapso de Dólar, pues la implosión, y posterior destrucción, de la moneda estadounidense es inevitable e imparable porque la deuda estadounidense es impagable.
Pero claro, el colapso del dólar también significará el colapso de toda la economía occidental, por eso es que necesitarán una nueva moneda para continuar con las transacciones financieras y comerciales y así no detener por completo la economía; pero como ya dije, entonces el gobierno estadounidense se convertirá en un gobierno policíaco total, que controlará todos los aspectos de la vida de sus ciudadanos a través del dinero y el Blockchain (ó Internet de las cosas).
Así que para este 18 de enero el mundo entrará en una nueva era; una era marcada por la dominación china del comercio internacional y con unos Estados Unidos en decadencia y en retirada.
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