La guerra comercial de EEUU con China, la política proteccionista de Donald Trump y la mejora de las relaciones chino-japonesas son factores que pueden acelerar las negociaciones sobre la creación de la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés).
Hay 16 países, entre los cuales se destacan China, Japón, Australia, la India, Nueva Zelanda y Corea del Sur, que están inmersos en estas negociaciones. La semana pasada estos Estados se pusieron de acuerdo en Singapur sobre los elementos clave del futuro acuerdo de libre comercio. Pekín, a su vez, apoya activamente los esfuerzos de sus socios dirigidos a crear un nuevo mecanismo regional.
Las conversaciones anteriores avanzaban de manera muy lenta porque ningún país estaba preparado para abrir sus mercados a los bienes, servicios e inversiones extranjeras, aseveró a Sputnik Chen Fengyin, directora del Centro de investigación del Instituto Chino de Relaciones Internacionales Modernas.
"Todos los países enfrentan actualmente un problema relacionado con el carácter unilateral de la política de Trump. Tras la retirada de EEUU del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, la multilateralidad en el comercio dejó de ser un tema de actualidad para Washington. (…) Considero que el avance podrá ser alcanzado a comienzos de 2019. Trump persigue sus propios objetivos. Así que, ¿por qué en estas condiciones no podemos tener nosotros nuestro propio centro de desarrollo de la economía?", se preguntó el analista de Sputnik.
La especialista del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú Ekaterina Arápova opina que la guerra comercial con EEUU está empujando a China a integrarse aún más con sus socios asiáticos y estimular las negociaciones sobre la Asociación Económica Integral Regional.
Según Arápova, las últimas acciones de la Administración Trump, incluida la guerra de sanciones contra Rusia y el abandono por parte de EEUU del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica evidencian que el actual sistema de regulación del comercio global, encabezado por la Organización Mundial del Comercio (OMC), no cumple sus funciones.
"En estas condiciones, otros jugadores, sobre todo los que son tan grandes como China, se muestran preocupados por el caos que reina actualmente en el sistema mundial que rige el comercio. Es la causa por la que tratan de encontrar mecanismos alternativos de regulación comercial global o regional", aseveró.
Asimismo, Arápova destacó que la mejora de las relaciones entre China y Japón había servido como empuje para las negociaciones sobre la Asociación Económica Integral Regional (RCEP). Según Arápova, Japón quedó privado de grandes oportunidades tras la retirada de EEUU del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica. Tokio planeaba utilizar el mercado estadounidense para solucionar varios problemas internos.
Las autoridades niponas se han visto obligadas a buscar otros mercados de gran tamaño para sus bienes. En estas circunstancias, el gigante asiático es el mejor candidato, por lo que Japón buscará compromisos y decisiones mutualmente beneficiosos en las futuras negociaciones sobre el RCEP.
"Todos los países enfrentan actualmente un problema relacionado con el carácter unilateral de la política de Trump. Tras la retirada de EEUU del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, la multilateralidad en el comercio dejó de ser un tema de actualidad para Washington. (…) Considero que el avance podrá ser alcanzado a comienzos de 2019. Trump persigue sus propios objetivos. Así que, ¿por qué en estas condiciones no podemos tener nosotros nuestro propio centro de desarrollo de la economía?", se preguntó el analista de Sputnik.
La especialista del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú Ekaterina Arápova opina que la guerra comercial con EEUU está empujando a China a integrarse aún más con sus socios asiáticos y estimular las negociaciones sobre la Asociación Económica Integral Regional.
Según Arápova, las últimas acciones de la Administración Trump, incluida la guerra de sanciones contra Rusia y el abandono por parte de EEUU del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica evidencian que el actual sistema de regulación del comercio global, encabezado por la Organización Mundial del Comercio (OMC), no cumple sus funciones.
"En estas condiciones, otros jugadores, sobre todo los que son tan grandes como China, se muestran preocupados por el caos que reina actualmente en el sistema mundial que rige el comercio. Es la causa por la que tratan de encontrar mecanismos alternativos de regulación comercial global o regional", aseveró.
Asimismo, Arápova destacó que la mejora de las relaciones entre China y Japón había servido como empuje para las negociaciones sobre la Asociación Económica Integral Regional (RCEP). Según Arápova, Japón quedó privado de grandes oportunidades tras la retirada de EEUU del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica. Tokio planeaba utilizar el mercado estadounidense para solucionar varios problemas internos.
Las autoridades niponas se han visto obligadas a buscar otros mercados de gran tamaño para sus bienes. En estas circunstancias, el gigante asiático es el mejor candidato, por lo que Japón buscará compromisos y decisiones mutualmente beneficiosos en las futuras negociaciones sobre el RCEP.
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