China ha dejado de invertir 7.700 millones de dólares en la deuda pública de EEUU y, sin embargo, sigue siendo el país que más invierte en ella. Los expertos señalan que estos son los efectos de la guerra comercial desatada por Washington. Y eso mientras ambos países siguen aplicándose aranceles mutuamente.
Los bonos estadounidenses son los activos en los que más confía el mercado financiero mundial y, sin embargo, no son los más rentables. El comercio permite al Gobierno de Estados Unidos aumentar su déficit presupuestario. La agresiva política exterior del presidente estadounidense, Donald Trump, ha hecho que quienes compran su deuda hayan comenzado a deshacerse de ella ya en 2018.
"Estados Unidos ha dicho que mientras el mundo dependa de ellos, seguirán practicando la política exterior que quieran", advierte María Sálnikova, analista de la firma de inversión rusa Expert Plus citada por el medio ruso Gazeta.ru.
China ha entendido el mensaje y la decisión de reducir lo que invierte en la deuda estadounidense es la consecuencia de la guerra de aranceles que comenzó a principio de año y que ambos países se traen entre manos. El presidente estadounidense, siendo fiel a su política de 'Primero América', decidió pelearse con todos los países que, en su opinión, salen ganando en las relaciones comerciales que mantienen con él. Las víctimas ya son varias: Canadá, la Unión Europea, los países del sureste asiático, Rusia… Pero, sobre todo, China. Según Trump, el gigante asiático no comercia con Estados Unidos de buena fe y necesita y utiliza a las empresas estadounidenses que operan en el país para aprovechar su tecnología.
De ahí que Donald Trump haya ido practicando una política de aranceles desde principios de año y que haya anunciado que planea seguir en la misma línea. Prueba de ello es que el 24 de septiembre se gravarán las mercancías chinas con otros 200.000 millones de dólares. Es más: el 1 de enero de 2019 los aranceles sobre estas mismas mercancías serán del 25%. Trump ya se ha cubierto las espaldas en caso de que Pekín responda de manera similar.
"Si China adopta medidas en respuesta a las nuestras y contra nuestros ganaderos o contra cualquier otro sector de nuestra industria, pasaremos rápidamente a la tercera etapa, en la que se contemplan aranceles a las importaciones chinas por valor de 267.000 millones de dólares", dijo el presidente estadounidense.
China ya ha prometido que responderá a Estados Unidos e incluso ha elaborado una lista de los productos estadounidenses a los que se gravará. Pekín y Washington están tratando de hacer frente a la situación entablando un diálogo, pero hasta ahora todos los intentos por reducir la tensión han desembocado en más proteccionismo.
De ahí que Donald Trump haya ido practicando una política de aranceles desde principios de año y que haya anunciado que planea seguir en la misma línea. Prueba de ello es que el 24 de septiembre se gravarán las mercancías chinas con otros 200.000 millones de dólares. Es más: el 1 de enero de 2019 los aranceles sobre estas mismas mercancías serán del 25%. Trump ya se ha cubierto las espaldas en caso de que Pekín responda de manera similar.
"Si China adopta medidas en respuesta a las nuestras y contra nuestros ganaderos o contra cualquier otro sector de nuestra industria, pasaremos rápidamente a la tercera etapa, en la que se contemplan aranceles a las importaciones chinas por valor de 267.000 millones de dólares", dijo el presidente estadounidense.
China ya ha prometido que responderá a Estados Unidos e incluso ha elaborado una lista de los productos estadounidenses a los que se gravará. Pekín y Washington están tratando de hacer frente a la situación entablando un diálogo, pero hasta ahora todos los intentos por reducir la tensión han desembocado en más proteccionismo.
Ante este panorama, que China reduzca la compra de deuda pública estadounidense también se puede considerar un argumento en futuras negociaciones.
"El volumen total de la inversión de los países extranjeros en el Tesoro estadounidense es superior a los seis billones de dólares, por eso que China haya dejado de invertir 7.700 millones en su deuda es solo algo simbólico con lo que se invita a Estados Unidos a negociar la ya dolorosa guerra comercial y los aranceles a los productos chinos", asegura a Gazeta.ru Alexéi Antónov, analista de la correduría rusa de seguros Alor Broker.
Así las cosas, que se reduzca lo que los países invierten en deuda estadounidense no servirá de nada si otras naciones no se unen a los pasos dados por Pekín. Como reconocen los expertos, a duras penas los Estados lograrán deshacerse de la deuda estadounidense que han comprado.
https://mundo.sputniknews.com/prensa/201809221082186449-como-puede-china-contrarrestar-sanciones-economicas-de-eeuu/
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