El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, dijo a un medio local que México pondrá en juego su peso y autoridad moral y política para evitar que estalle un enfrentamiento en Venezuela, una crisis ante la que adoptó una posición de "neutralidad" junto con Uruguay.
"México es una democracia con mucho peso, y su convocatoria es porque tiene autoridad moral y política como país; tenemos una de las democracias más vigorosas del continente y por supuesto que lo que decimos tiene un peso, no solo por su tamaño; vamos a usar ese peso y reconocimiento para procurar evitar un enfrentamiento", dijo Ebrard en entrevista con Excélsior Televisión.
El secretario de Relaciones Exteriores de México se apresta a viajar a Montevideo para asistir a una conferencia internacional sobre Venezuela que se celebrará este 7 de febrero en la capital uruguaya.
Ebrard sostuvo que una convocatoria a las partes en la crisis interna —el Gobierno del presidente Nicolás Maduro y la oposición que encabeza Juan Guaidó, titular del parlamento unicameral autoproclamado presidente encargado— es para "un diálogo que pueda conducir a un entendimiento, es lo mejor; en caso contrario, se corren riesgos muy grandes de que haya enfrentamiento o se agrave la situación".
a neutralidad de México busca evitar que el conflicto desemboque "en violencia y en más sufrimiento del pueblo venezolano", agregó Ebrard.
Al mismo tiempo, explicó que se deben respetar los derechos y libertades de los venezolanos, porque "no defendemos a Maduro ni a su régimen ni tenemos ninguna posición política, queremos que haya un diálogo inteligente y creo que es lo que va a ocurrir".
El Grupo de Lima, de 14 países del continente americano a cuya reunión en Ottawa México no asistió, impone condiciones a Venezuela, según Ebrard.
En cambio, las autoridades mexicanas puntualizan que "no está en nosotros imponer condiciones a las partes, sino buscar que se encuentren, se comuniquen y se evite la violencia en Venezuela", insistió el canciller.
México se opone al reconocimiento o desconocimiento de gobiernos, como han decidido hacer en ambas direcciones varios países del mundo que se han polarizado en torno a Maduro y a Guaidó.
"Es una tradición mexicana que tiene razones poderosas; en este momento lo que vamos a hacer es insistir en que haya ese diálogo y que eso pueda conducir a una salida política", subrayó el canciller.
La solución que México buscará en la capital uruguaya, a la que asistirán delegaciones de ocho países europeos, de la Unión Europea y de cinco países latinoamericanos, es que en la medida de lo posible el diálogo ocurra entre las partes, "porque solo a ellas les corresponde resolver el problema, tienen que ponerse de acuerdo entre los venezolanos".
El presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró que la política exterior del Gobierno de México hacia Venezuela es la "no intervención y la autodeterminación de los pueblos" establecida en la carta magna mexicana.
"Sobre Venezuela, es nuestra política de no intervención y determinación de los pueblos", establecida en el Artículo 89 constitucional; "no nos podemos mover de allí, para no equivocarnos lo mejor es apegarnos a principios, ajustarnos y ceñirnos a lo que establece la Constitución", expuso el mandatario en conferencia de prensa en el Palacio Nacional, sede del Gobierno.
Los términos de referencia formulados por la UE para el Grupo de Contacto Internacional que se reunirá en Montevideo no incluyen ni una vez las palabras "diálogo" ni "negociación" y aclaran expresamente que esa instancia no tiene por objetivo ser "mediador" entre las partes, sino promover un "proceso político" que conduzca a la celebración de elecciones libres.
El Gobierno uruguayo manifestó en un breve comunicado que solo habrá una reunión en Montevideo y será la que celebren la UE, Alemania, Italia, los Países Bajos, Portugal, España, Suecia, el Reino Unido, Bolivia, Costa Rica, Ecuador, México y Uruguay
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