El presidente ruso, Vladimir Putin, ha reafirmado el total respaldo de Moscú a las nuevas operaciones del Ejército sirio contra los terroristas en Idlib.
“Apoyamos los esfuerzos del Ejército sirio que buscan poner fin a la amenaza terrorista y acabar con todas las actividades terroristas allí”, ha indicado Putin, en una reunión mantenida en localidad Bormes-les-Mimosas (sur de Francia) con su par galo, Emmanuel Macron, quien acababa de abogar por un alto el fuego en la provincia de Idlib (noroeste de Siria), último bastión de los terroristas en el país árabe.
Tras afirmar el apoyo de Rusia a las incursiones del Ejército sirio en Idlib, Putin ha explicado que “antes de que fuesen firmados en Sochi, los acuerdos sobre la desmilitarización de una parte de la zona de Idlib, “el 50 % del territorio estuvo controlado por los terroristas y ahora, el 90 %, y observamos los constantes ataques desde allí”.
En una declaración conjunta, previa a una reunión bilateral y una cena de trabajo en el Fuerte de Brégançon, la residencia de verano oficial de Macron, el mandatario ruso ha resaltado que las operaciones militares contra los terroristas en Idlib “continuarán hasta el final”.
Putin ha hecho estas afirmaciones en momentos en que las fuerzas sirias, apoyadas por la aviación rusa, han intensificado desde el pasado 5 de agosto sus ofensivas en Idlib, después de que las bandas armadas violaran la tregua, que se puso en vigencia en esta zona, tras un acuerdo entre Turquía y Rusia el 17 de septiembre pasado en la ciudad rusa de Sochi.
Apoyamos los esfuerzos del Ejército sirio que buscan poner fin a esa amenaza terrorista y acabar con todas las actividades terroristas allí”, ha indicado el presidente de Rusia, Vladimir Putin, a su homólogo francés Emmanuel Macron, quien ha abogado por un alto el fuego en la provincia siria de Idlib.
El acuerdo de Sochi, establecía la creación de una zona desmilitarizada que separaba las fuerzas sirias de los grupos armados presentes en Idlib en una franja de 15 a 20 kilómetros. También implica la retirada de todos los grupos armados, así como el armamento pesado en su poder.
El jefe del Estado ruso también ha advertido a su par francés sobre el peligro a futuro que supone el traslado de los elementos terroristas desde Idlib a otras partes del mundo.
Rusia, un país que ha desempeñado un rol destacado en la lucha antiterrorista en Siria, denuncia que apoyo de EE.UU. a los grupos extremistas en el país árabe ha prolongado la crisis en el país árabe.
Las fuerzas sirias lograron el domingo entrar en la ciudad de Jan Sheijun, uno de los más importantes reductos fortificados de los extremistas en Idlib. Si esta ciudad es liberada se asestaría un duro golpe a las células terroristas en Siria, y allanaría el camino de Damasco hacia la victoria final.
El 29 de mayo pasado, el viceministro de Asuntos Exteriores de Siria, Faisal al-Miqdad, anunció que su país estaba determinado a liberar la provincia de Idlib, desde donde los terroristas suelen lanzar bombardeos indiscriminados, que se saldan con la muerte de los civiles y la destrucción deliberada de infraestructura civil.
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