El asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, John Bolton, está tratando de frustrar la compra pendiente de una compañía aeroespacial ucraniana por parte de China, argumentando que "le dará a Pekín una tecnología de defensa vital", según unos altos funcionarios de la Administración de Estados Unidos familiarizados con el asunto.
La china Skyrizon Aircraft busca adquirir el único fabricante de motores de aviones en Ucrania, Motor Sich, señala el diario estadounidense The Wall Street Journal.
"Es una competencia estratégica con China", señaló una fuente del medio.
Según los interlocutores del diario y expertos en la industria aeronáutica de Estados Unidos, Pekín está principalmente interesado en modernizar su flota de aviones pesados y cuenta con la ayuda de especialistas de Motor Sich en este sentido.
"No dejaremos que los chinos dominen esta tecnología", dijo otra fuente.
De acuerdo con el artículo, Skyrizon Aircraft está construyendo una planta en Chongqing, en el sur de China, para las capacidades de la empresa ucraniana.
La parte ucraniana se negó a comentar esta información al medio, tampoco lo hizo la Embajada de China en Washington.
La empresa Motor Sich empezó su historia en 1907. Fue allí donde se estableció la producción de motores de aviones en el Imperio ruso durante la Primera Guerra Mundial. Desde entonces, no ha cambiado su perfil. Actualmente, la compañía produce motores para helicópteros como el Mi-8, Mi-17, Ka-226 y para los aviones An-70, An-124, An-140, An-148, Yak-130, entre otros, así como para sistemas de bombeo de gas y equipos de energía.
El 15 de agosto, el periódico The Washington Times comunicó, citando los datos de China Daily, que la empresa ucraniana Motor Sich había suministrado en 2016 a China 20 motores para 12 aviones de adiestramiento JL-10.
El contrato, valorado en 380 millones de dólares, supone suministros de 250 motores aeronáuticos.
Los expertos estadounidenses al comentar esta información indicaron que Ucrania, que recibe dinero de los contribuyentes estadounidenses y que de esta manera "da un golpe por la espalda a EEUU".
El 13 de agosto, el presidente estadounidense, Donald Trump, firmó el presupuesto de Defensa de 717.000 millones de dólares para 2019, una cifra que es un 30% más alta que el presupuesto de 2018 y que incluye 250 millones de dólares para ayuda militar a Ucrania, con 50 millones de dólares asignados a suministros de armas.
La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, apuntó que los suministros de armas estadounidenses a Kiev solo benefician a los políticos que no están interesados en resolver el conflicto ucraniano.
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