El enviado especial de EEUU para Venezuela, Elliott Abrams, declaró que Caracas había firmado un contrato militar por valor de 209 millones de dólares con Rusia. Bajo este supuesto acuerdo, Moscú debía suministrar a Caracas sus aviones Su-35S y los helicópteros Mi-171.
Aunque Abrams no especificó cuándo firmaron el contrato las partes, el exconsejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Bolton, había hablado de lo mismo en su cuenta de Twitter en junio del 2019.
"En mayo, mientras cientos de venezolanos pasaban hambre, Maduro pagaba a Rusia 209 millones de dólares por un contrato de defensa para comprar su continuo apoyo. Los venezolanos quieren un liderazgo democrático y no la represión", escribió en aquel entonces Bolton en su cuenta en Twitter.
Sin embargo, Rusia desmintió este rumor, aseverando que no tenían previsto firmar ningún contrato militar nuevo con Caracas en el futuro próximo. El precio de un caza S-35S asciende a unos 83 millones de dólares, mientras que el de un Mi-171 varía entre los 4 millones y los 16 millones de dólares, en función de su versión. Esto significa que Venezuela podría comprar tan solo dos cazas Su-35S y un par de helicópteros con la suma restante de 209 millones de dólares.
Según Washington, la adquisición de los modernos Su-35S ayudaría a Venezuela a expandir su flota de varias docenas de Su-30MK2 que había comprado a Rusia durante el Gobierno de Hugo Chávez. La sofisticación de los sistemas aéreos existentes de Venezuela sirve como un medio disuasivo contra los posibles ataques de EEUU, escribe el portal Military Watch.
Venezuela, que tiene uno de los mayores Ejércitos y opera la flota más capacitada de cazas de toda América sin contar con EEUU, se ha visto amenazada en repetidas ocasiones por los ataques aéreos. Varios medios de comunicación reportaron también que el país caribeño planeaba sustituir los F-16 estadounidenses de la época de la Guerra Fría por dos docenas de unidades de Su-35S, bajo un contrato estimado en 2.000 millones de dólares.
Según Washington, la adquisición de los modernos Su-35S ayudaría a Venezuela a expandir su flota de varias docenas de Su-30MK2 que había comprado a Rusia durante el Gobierno de Hugo Chávez. La sofisticación de los sistemas aéreos existentes de Venezuela sirve como un medio disuasivo contra los posibles ataques de EEUU, escribe el portal Military Watch.
Venezuela, que tiene uno de los mayores Ejércitos y opera la flota más capacitada de cazas de toda América sin contar con EEUU, se ha visto amenazada en repetidas ocasiones por los ataques aéreos. Varios medios de comunicación reportaron también que el país caribeño planeaba sustituir los F-16 estadounidenses de la época de la Guerra Fría por dos docenas de unidades de Su-35S, bajo un contrato estimado en 2.000 millones de dólares.
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