Así es, el novedoso avión caza ruso de sexta generación sufre aparatoso accidente luego que este se viera sometido a pruebas extremas para comprobar el correcto funcionamiento de los motores; cabe señalar que este avión accidentado es un modelo de pruebas, es decir, un prototipo, y de ninguna manera se trata de la versión definitiva que ya está siendo fabricada en los talleres de la empresa Sukhoi.
Este avión estaba realizando pruebas con la última versión del motor de sexta generación que será montado en la versión definitiva para las fuerzas armadas de Rusia. Este motor es el que le proveerá de velocidad de súper crucero sin utilizar post combustión, es decir, sin utilizar una carga extra de combustible, lo que limitaría la autonomía de la aeronave.
Ya sé que muchos comenzarán a decir que el avión ruso es una chatarra y que no pasa las pruebas de validación para su producción en serie, pero les recuerdo que el caza de quinta generación estadounidense, el F-35, a pesar de ya haber terminado supuestamente sus pruebas de validación desde hace cinco años, este aun presenta múltiples fallas y se ha llegado a dar el caso del incendio del motor, tal como acaba de pasar con el Su-57.
Así que, que el caza ruso tenga este, su primer accidente grave, no quiere decir que el avión ruso no sea una magnífica máquina de guerra, pues si tomamos en consideración las fallas que presenta este avión comparadas con las fallas que presentan los cazas estadounidenses furtivos, es decir, los F-22 y F-35, este quedaría como casi perfecto, pues en más de diez años de desarrollo y pruebas, es la primera vez que se pierde un caza de este modelo, un prototipo para ser exactos, en pruebas de homologación; cabe señalar que el caza ruso estaba siendo sometido a pruebas extremas, condiciones que nunca, o casi nunca, enfrentará en la vida real o en combate.
Pero los aviones de Estados Unidos se caen sólitos en pleno vuelo, en condiciones de vuelo normal (la última vez que esto pasó no tiene mucho y el país afectado fue Japón cuando perdió a uno de sus cazas F-35 en un vuelo de reconocimiento), ahora imagínense que pasaría si fueran sometidos a condiciones extremas como en el caso del recientemente accidentado avión ruso; pues que todos se caerían por si solos y EEUU se quedaría sin aviones de quinta generación; y en este sentido cabe destacar que el avión ruso no es de quinta generación, sino de sexta; a decir verdad, es el primer caza de sexta generación en ser fabricado en el mundo entero.
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