La inteligencia artificial (IA) es la electricidad del siglo XXI. China está firmemente enfocada en liderar esta área y está pisando los talones a EEUU. ¿Cuál es la receta para avanzar en la IA y cambiar así el futuro de la humanidad?
La determinación del gigante asiático
Según el informe Artificial Intelligence Index Report de la Universidad de Stanford, China ha superado a Europa en número de artículos científicos sobre inteligencia artificial en 2019. Sin embargo, en términos de valor científico, las labores estadounidenses siguen liderando el área: su índice de citas es un 50% más alto que el de los trabajos chinos.
Al mismo tiempo, las startups chinas de IA están mejor financiadas que las estadounidenses. El informe señala que 486 nuevas compañías chinas atrajeron 16.600 millones de dólares en inversiones entre julio de 2018 y julio de 2019, un 200% más que en Estados Unidos.
La mayor parte de la inversión en la IA en China la realiza el Estado. En EEUU, el capital proviene de los negocios. El Estado solo apoya los proyectos que desarrollan aplicaciones militares.
Hasta ahora, EEUU ha mantenido el liderazgo mundial en tecnologías de inteligencia artificial, especialmente en la ciencia básica y las plataformas de investigación.
Así, las plataformas de software abierto para el aprendizaje automático TensorFlow y Pytorch, en las que trabajan casi todos los expertos en IA de todo el mundo, las desarrollaron las empresas Google y Facebook, respectivamente. Las estadounidenses Intel y Nvidia elaboran los chips y microcircuitos necesarios para el desarrollo de la IA.
"Creo que la principal diferencia es que China ha empezado a desarrollar la IA mucho más tarde. Los países desarrollados llevan ya entre 60 y 70 años trabajando en la IA", comentó Xu Canhao, profesor del Instituto de Ciencia y Tecnología de Computación Electrónica de la Universidad de Suzhou, consultado por Sputnik.
Según el especialista, el gigante asiático "ha prestado un amplio apoyo a nivel estatal al desarrollo de la IA, demostrando su determinación".
La electricidad del siglo XXI
No es de extrañar que muchos países presten gran atención al desarrollo de la inteligencia artificial. La IA, al igual que la electricidad en el siglo XX, es una tecnología que puede tener aplicaciones completamente diferentes en distintos ámbitos de la vida.
Permite modernizar y optimizar la producción y dejar que el país avance en la cadena de valor global. Además, el liderazgo en la IA está directamente relacionado con la seguridad nacional.
China se propuso convertirse en el líder mundial en el campo de la IA para 2030, la industria debería acumular 150.000 millones de dólares.
La publicación de este programa ha causado gran preocupación en Washington. Estados Unidos no quiere perder su puesto líder en un negocio tan prometedor. Por lo tanto, buscan frenar el desarrollo tecnológico de China bajo el pretexto de la seguridad nacional. El Departamento de Comercio de EEUU incluyó en la lista negra a las empresas chinas de tecnología Huawei, SenseTime, Megvii, Hikvision y Dahua.
Condenados a cooperar
Dado que el ecosistema de la IA se basa principalmente en la tecnología estadounidense, Estados Unidos cree que puede controlar estas tecnologías y bloquear el acceso a sus rivales geopolíticos. Sin embargo, el conocimiento científico es producto del trabajo colectivo de investigadores de diferentes países y ningún país puede desarrollar tecnologías tan complejas por sí solo, comentó a Sputnik el director de tecnologías avanzadas de Microsoft en Rusia, Vladislav Shershulski.
"China y EEUU son economías muy grandes. Pero creo que incluso ellas no tienen grandes oportunidades de desarrollar esta área por su propia cuenta. (...) Los efectos del volumen son tan importantes que, si no hay cooperación entre todos los países, es probable que los resultados no aparezcan nunca o surjan mucho más tarde de lo posible".
Según el experto, "todos estamos condenados a cooperar" para desarrollar la IA.
Estados Unidos no se han convertido en líder tecnológico únicamente con sus propios recursos. La investigación tecnológica en Silicon Valley la financiaron inversores chinos, entre otros.
Las mayores empresas tecnológicas chinas, como Baidu, Alibaba y Huawei, crearon laboratorios de investigación en suelo estadounidense.
Fue un ambiente favorable para la investigación científica y la apertura lo que atrajo talento de todo el mundo y convirtió a EEUU en una potencia tecnológica.
Sin embargo, la guerra comercial entre Estados Unidos y China afectó la situación. Las empresas chinas están tratando de trasladarse a jurisdicciones más favorables. Baidu anunció que parte de su división de I+D de Apollo se está trasladando de EEUU a China. Huawei también anunció la transferencia de su centro de investigación de Estados Unidos a Canadá. Además, el gigante asiático no escatimó en gastos para atraer a científicos talentosos de todo el mundo. Cada vez más especialistas de alta calidad de Intel, Microsoft y Google se están mudando al país asiático.
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