El derribo de un dron de EE.UU. por parte de Irán ha afectado seriamente a las capacidades militares de Washington, incluso la Marina se ha quedado solo con dos.
Luego del aludido derribo, otros dos aviones no tripulados de la Marina de EE.UU. sufrieron accidentes en Oriente Medio, según un comunicado publicado el jueves por los canales de noticias de Instituto Naval de EE.UU.
El 26 de noviembre, un RQ-4A Global Hawk colisionó con una pila de escombros de objetos desconocidos al momento del despegue durante las operaciones de apoyo que realizaba en el área de responsabilidad de la Quinta Flota de EE.UU., indica la Marina.
En otra ocasión, el dron, con un valor estimado de 180 millones de dólares, se accidentó durante un vuelo de entrenamiento en el estado estadounidense de Maryland en 2012. La cadena de noticias CNN informó que la Marina de EE.UU. solo había adquirido cinco aviones teledirigidos.
Más recientemente, Teherán derribó en junio pasado un Global Hawk en un ataque dramático con misiles tierra-aire sobre el estrecho de Ormuz.
El Instituto Naval de EE.UU. estimó que el ataque dejó a la Marina estadounidense solo con dos drones de su flota original de cinco.
La revista estadounidense Foreign Policy citó a unos funcionarios militares que aseveraron el mes pasado que la Fuerza Aérea de EE.UU. estaba buscando retirar 21 de sus 35 aviones RQ-4 Global Hawks.
El informe salió a la luz en medio de las crecientes capacidades de competidores como Rusia y China, así como las herramientas cada vez más poderosas que están desarrollando otras potencias como Irán, tal y como indicó la revista Newsweek.
La División Aeroespacial del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán usó el sistema antiaéreo ‘Tres de Jordad’ para derribar el dron espía de Estados Unidos que había violado el espacio aéreo del país persa en una misión de espionaje.
La República Islámica realizó el mes pasado un masivo ejercicio militar que cubrió un área del tamaño del estado estadounidense de California.
Las maniobras se llevaron a cabo justo cuando el portaviones USS Abraham Lincoln navegó por el mismo estrecho de Ormuz, donde cayó el dron del Pentágono.
La vía fluvial se considera el punto más importante del tránsito del petróleo en el mundo y ha sido un punto crítico en la escalada de tensiones después del despliegue de las fuerzas de Washington en la región.
En el contexto de la acumulación militar de Washington en la región, en una carta dirigida recientemente al Congreso, el presidente de EE.UU., Donald Trump, informó de que desplegarían 3000 fuerzas estadounidenses adicionales en Arabia Saudí, además de sistemas de radares y misiles, un ala expedicionaria aérea y dos escuadrones de combate a fin de “proteger los intereses de Estados Unidos y reforzar las capacidades defensivas de la región”.
El coordinador adjunto de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, el general de brigada Ali Abdolahi Aliabadi, dijo en junio pasado que EE.UU. había creado a los grupos terroristas y desestabilizaba los países estables de la región de Oriente Medio para venderles armas.
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