Hace solo unos días los medios estadounidenses lanzaban las campanas al vuelo luego de que se anunciara que en EEUU se habían creado 1,6 millones de nuevos empleos, o, mejor dicho, 1,6 millones de ciudadanos de los más de 40 millones de personas actualmente desempleadas habían logrado regresar a sus antiguos trabajos luego de levantada la cuarentena. Si, así es, no es que se creen “nuevos empleos”, si no que algunos de los actualmente desempleados han podido volver a sus anteriores trabajos; es decir, han dejado de pedir bonos por desempleo al gobierno.
Pero a raíz de esta noticia, inmediatamente se habló de una “franca recuperación económica” en el país del norte, situación que llevó a que Wall Street registrara una ligera recuperación de los descalabros sufridos durante los meses de abril y mayo; esto por supuesto volvió a revivir las esperanzas en Donald Trump de poder alzarse con la victoria en las próximas elecciones presidenciales del 3 de noviembre; pero eso solo era un espejismo y hoy las bolsas mundiales vuelven a caer con fuerza, liderando las caídas la bolsa de Nueva York con un desplome del 6,8%, perdiendo con ello todas las ganancias recuperadas en los 15 días anteriores; con esto el panorama se vuelve a tornar sombrío para el presidente norteamericano y para los ciudadanos de aquel país.
Y esto es entendible luego de todas las malas decisiones de Donald Trump, así como de las nefastas consecuencias de su estúpida guerra comercial contra China y, en general, contra todo el mundo.
La última, como ya sabrán, es privar a la empresa tecnológica china Huawei de la posibilidad de acceder a componentes, ya sean fabricados en EEUU, o que contengan algún elemento tecnológico, o proceso de fabricación, que sea de origen estadounidense; es por esto que la empresa taiwanesa fabricante de microchips TSMC ha dejado de manufacturar cualquier componente para Huawei, tales como los procesadores Kirin que equipan los teléfonos celulares de la compañía china.
Pero esto más que representar un problema para Huawei, y para China, representa una nueva oportunidad para desarrollar su propia tecnología, en este caso, la técnica litográfica necesaria para fabricar microprocesadores; esto sin duda va a representar un fuerte impulso a la tecnología de microprocesadores de origen chino. Por mientras, Huawei ya ha encontrado un fabricante chino que puede fabricar sus microchips, esa es la empresa SMIC. Esto a mediano plazo va a representar un daño significativo a las empresas de microprocesadores de origen estadounidense, tales como Intel, Qualcomm, IBM, ARM y Mediatek, y a las taiwanesas AMD y TSMC. Y esto, por supuesto, va a significar un daño aún más grande a la economía de EEUU.
Y es que, eventualmente todos los fabricantes de origen chino comenzarán a acudir a solo empresas chinas para fabricar sus microprocesadores, tales como la misma empresa SMIC. Y no olvidemos que la economía de más rápido crecimiento a nivel mundial es la China, cuyo crecimiento en el presente año se prevé que sea de al menos el 5%; mientras que para la economía de EEUU se prevé una contracción económica de cuando menos el menos 5%; además, los fabricantes chinos cada vez ocupan una mayor cota de mercado a nivel mundial, y esta tendencia lejos de frenarse, tiende a aumentar.
Siempre leo en los comentarios a alguien decir que el dólar no pierde valor, que es lo contrario, es decir, que aumenta de valor, pero eso es totalmente falso; si esa impresión tenemos en los países latinoamericanos es dado solo por el hecho de que nuestras monedas pierden valor más rápidamente que el dólar, pero eso no significa que la moneda norteamericana no lo haga. Y eso lo podemos constatar muy fácilmente si comparamos el valor del dólar frente al oro, plata o platino, así como contra las principales monedas del mundo, tales como el Yen japones o el Euro europeo, e inclusive, el Yuan chino.
En el caso del Yen japones, y el Yuan de China, estas dos monedas se mantienen a un nivel más o menos estable frente al dólar, pero eso solo es así porque ambos gobiernos controlan el tipo de cambio frente a la moneda norteamericana para evitar que sus respectivas monedas aumenten demasiado de valor frente al dólar de EEUU. Y esto lo hacen para mantener la competitividad de sus productos, pues un Yen o Yuan demasiado caros harían que sus productos perdiesen competitividad frente a sus contrapartes estadounidenses; por eso intencionadamente devalúan sus monedas frente al dólar.
Eso quiere decir que en realidad el Dólar se devalúa constantemente, solo que ambos gobiernos lo mantienen a flote para que sus productos puedan competir en el mercado internacional. ¿o por qué creen que Donald Trump constantemente pide a la Reserva Federal aplicar tasas de interés negativas para devaluar al dólar y así poder competir mejor frente a China o Japón? Eso es así porque una moneda más barata hace que las cosas cuesten menos en el mercado internacional, y es también por eso mismo que Donald Trump acusa a China y a Japón de empezar una guerra de divisas, pues estos países mantienen sus monedas artificialmente baratas frente al dólar. En otras palabras, el dólar no deja de perder valor, solo que esto no se ve reflejado en nuestros países porque nuestras monedas lo hacen a un ritmo más veloz.
China y Japón mantienen bajo el valor de sus monedas mediante subasta de Dólares. Mientras que Trump pretende devaluar al Dólar aplicando tasas de interés negativas, técnica que no es otra cosa que una confiscación disfrazada de la riqueza del ciudadano de a pie; es decir, del ciudadano común. Esta confiscación de riqueza en realidad es una transferencia de riqueza de la clase trabajadora hacia la clase dominante, es decir, hacia los millonarios.
Otro indicador que comprueba la pérdida constante de valor del dólar es su devaluación frente a las principales criptomonedas, y especialmente contra el Bitcoin; Es por esto que China ha lanzado el CriptoYuan (e-renminbi, o, e-RMB), para acabar de una vez por todas con la hegemonía internacional del dólar y con el imperialismo estadounidense.
Y esta es también la principal razón de por qué China ha dado un giro de 180 grados en su política económica, pues a partir de ahora se enfocará más en el mercado interno que en el externo, y esto en previsión del colapso de las principales economías del mundo, empezando por la estadounidense; y es por esto que es precisamente en estos justos momentos que China lanza el e-renminbi para sustituir al dólar en el comercio internacional, pues el dólar tiene los días contados junto con la economía estadounidense, y el e-renminbi solo será el último clavo en el ataúd del Dólar.
Así que, un Yuan más caro no afectará necesariamente a la economía de china, pues a partir de ahora se dará prioridad al mercado interno más que a las exportaciones, y eso, en realidad, traerá un mayor poder adquisitivo a la población del país asiático, pues con la misma cantidad de yuanes podrán comprar más cosas, principalmente artículos de importación. Esto en realidad es un jaque mate al Dólar.
Y es por eso que desde hace algunos meses atrás he venido vaticinando la derrota de Donald Trump en las próximas elecciones, pues la economía de ese país no se recuperará en el mediano plazo y más bien se espera una contracción económica de hasta el 50% en los próximos años, inclusive peor que la de la gran depresión del año 1929.
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