¿Por qué la insistencia de EEUU por acusar a China de haber creado la actual crisis ya sea por omisión, o por una acción deliberada? Creo que para una mente perspicaz la respuesta es bastante simple: por miedo.
Así es, EE.UU. tiene miedo del despertar del dragón asiático y busca por cualquier medio detener su desarrollo; y esta actual situación les cae como anillo al dedo para acusar a China de causar un grave daño a la humanidad para de esa manera crear un resentimiento global contra el país asiático y, por lo tanto, una animadversión contra sus productos, así como un recelo a hacer negocios con China. Bueno, este es el objetivo que persiguen las autoridades estadounidenses con su campaña anti china, pero las personas inteligentes se dan perfectamente cuenta que esto no es más que una estrategia para intentar detener el rápido desarrollo económico, científico e industrial del Gigante asiático.
Por otro lado, siempre están los borregos que se creen todas las mentiras de Washington y sus agentes desinformadores, pero de lo que no se dan cuenta es de que, de concretarse los planes de EEUU, ellos serían los más perjudicados, pues no solo verían en riesgo sus fuentes de trabajo, sino que tendrían que pagar más por los productos que consumen a diario, además de que serían de peor calidad pues la competencia se acabaría y los grandes oligopolios occidentales se harían con el control total de la economía, lo que, a su vez, reduciría drásticamente la oferta de productos y, por lo tanto, serían más costosos.
Pero en un mundo donde prevalece el libre mercado, entonces las empresas compiten por ofrecer mejores productos a un menor precio, pero con la eliminación de la competencia, en este caso China, esos productos se harán más caros y de menor calidad, pues se acabará la competencia porque en occidente la industria la controla un pequeño puñado de empresas, y con esta actual crisis, esa concentración de poder se hará aún más grande. Eso lo vemos muy claramente reflejado en el caso de Amazon, Apple, Tesla, Google, Microsoft, Nestlé, P&G, etcétera, empresas que son monopólicas y controlan la mayor parte del mercado en sus respectivas áreas.
Entonces, lo único que está haciendo el gobierno estadounidense es trabajar para las empresas transnacionales anglosajonas, pero jamás en beneficio del pueblo. Y eso queda bastante claro si observamos a quien está beneficiando el gobierno norteamericano en la presente crisis: a los grandes bancos y grandes empresas, y el bono que le dan a la gente son solo migajas para evitar una revuelta social.
Así es, la Reserva Federal solo está imprimiendo más dólares para dárselos a los grandes bancos, así como a las empresas, empresas “demasiado grandes para caer”, tales como la Boeing y las empresas de la industria de la fracturación hidráulica petrolera; empresas que no son más que zombis que funcionan como hoyos negros que aspiran billones de dólares, dólares que se van a la nada, bueno, más bien, se van a los bolsillos de unos cuantos accionistas, accionistas que abandonan el barco un poco antes de hundirse gracias a información privilegiada que reciben. Lo mismo están haciendo con los bancos, bancos tales como el JP Morgan Chase y el Goldman Sachs.
Y este es precisamente el privilegio que se resisten a perder; es decir, la facultad de poder imprimir dinero sin límite y sin dar explicaciones a nadie; porque recordemos que la Reserva Federal no es un banco estatal (del gobierno); No, en realidad la Reserva Federal es un banco privado cuyos accionistas son los mismos accionistas de todos esos oligopolios de los que ya hablé.
Este es exactamente el principal motivo de esta guerra comercial estúpida lanzada contra China: Esto es, impedir que otra moneda desplace al Dólar de su posición de privilegio de moneda de reserva mundial hegemónica.
Si el dólar pierde su posición de privilegio, entonces EEUU lo hará junto con él, y eso es exactamente lo que más asusta a las autoridades de EEUU, así como a su élite financiera. Es por eso que están dispuestos a todo con tal de impedirlo, inclusive llegar a las armas. El pueblo no les importa nada, solo es un medio para lograr sus objetivos, y si el pueblo tiene que sufrir, a ellos les da lo mismo, el chiste es evitar que el Dólar caiga, y con él sus privilegios.
Y este es el verdadero trasfondo de esta guerra comercial y tecnológica emprendida por Donald Trump; recordemos que él antes de ser presidente es un empresario, un pésimo empresario, pero al fin y al cabo empresario.
Y, por lo tanto, lo que él está defendiendo son los privilegios de esa élite financierista de Washington y Londres.
Tampoco olvidemos que Donald Trump se llama a si mismo el “rey de la deuda”, y esto es porque sus empresas en muchas ocasiones han tenido que ser rescatadas al meterse en problemas financieros y quedar al borde de la quiebra, pero gracias a sus amigos en el gobierno ha logrado rescatarlas mediante rescates gubernamentales, rescates con dinero del pueblo. Exactamente como pasó en la crisis del año 2008, y como está pasando con la presente crisis.
Así que, el que él diga que EEUU no pagará su deuda a China, es perfectamente entendible dados sus antecedentes, pero resulta que el gobierno chino no es el gobierno de EEUU y de una forma u otra se cobrará lo que EEUU les debe.
En realidad, esta es la guerra por la supremacía de la moneda, y el vencedor será China sin ninguna duda.
Cada vez que un gobierno o país se atrevió a amenazar al Dólar, inmediatamente fue destruido, tal como le pasó a la Libia de Gadafi, o al Iraq de Sadam Hussein.
El Iraq de Sadam Hussein dejó de utilizar el dólar en sus transacciones comerciales de petróleo para utilizar solo Euros y Yenes japoneses en su lugar. La Libia de Gadafi planeó una moneda pan africana pero respaldada por oro. Pues bien, esos dos atrevimientos les costaron la vida; además, los gringos y franceses se llevaron todo el oro y plata que había en las bodegas de los bancos centrales de ambos países, oro que sería utilizado para respaldar sus respectivas monedas y así no depender del dólar.
Pero china no es Libia ni Iraq; China es una potencia militar global que sí se puede defender de los estadounidenses; pero parece que los gringos están dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias. Por mientras, China ya se está preparando cuadruplicando su arsenal nuclear, así como sus vectores de ataque, tales como misiles, portaaviones, submarinos y bombarderos estratégicos pesados y furtivos, tales como el bombardero H-20.
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