El Reino Unido pidió el viernes una reunión a puerta cerrada del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para discutir un presunto ataque con drones, ocurrido el 31 de julio frente a las costas de Omán, contra el petrolero de bandera liberiana Mercer Street, gestionado por una empresa israelí. Asimismo, Londres había señalado a Irán ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas como responsable del incidente; una acusación que Teherán ha negado enérgicamente.
Al respecto, una fuente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) informó que, en la reunión, algunos miembros del Consejo de Seguridad se mostraron cautelosos, a la hora de respaldar las acusaciones de sus socios occidentales sobre el ataque al petrolero Mercer Street y consideraron que primero era necesario una “investigación independiente”.
“Era obvio que no todos los miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas estaban dispuestos a apoyar las sugerencias acusatorias de los socios occidentales mientras no tuvieran los resultados de una investigación internacional independiente y neutral”, señaló la fuente en una entrevista a la agencia rusa de noticias RT.
Irán ha rechazado categóricamente cualquier implicación en dicho ataque o cualquier otro incidente cerca del estrecho de Ormuz, una importante ruta por donde cruza gran cantidad de los suministros mundiales de petróleo.
Sin embargo, el primer ministro israelí, Naftali Bennett, acusó inmediatamente a Teherán sobre el ataque. Por el momento, ni Israel, ni nadie que insiste en culparle a Irán por la ofensiva, ha presentado pruebas o informes de inteligencia que respalden esas acusaciones.
En este marco, el embajador adjunto ruso ante la ONU, Dmitri Polyanski, sugiró el miércoles “establecer los hechos”. “No tenemos que apresurarnos a sacar conclusiones o acciones sin tener pruebas de lo que ha ocurrido”, subrayó.
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