En declaraciones ofrecidas el lunes con motivo del 65.º aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre China y Siria, Feng Biao, embajador de China en Damasco (capital siria), describió como “amistosos” los nexos entre las dos naciones y destacó la necesidad de ampliarlos en una nueva fase de relaciones.
“Siria fue uno de los primeros países árabes en establecer relaciones diplomáticas con China, y Pekín continúa apoyando los esfuerzos de Siria para mantener su soberanía nacional e integridad territorial”, afirmó el diplomático chino.
El representante chino rechazó las medidas antisirias de algunos países y pidió a la comunidad internacional el levantamiento inmediato de todas las sanciones unilaterales y los bloqueos impuestos a Siria.
Feng enfatizó que Siria sigue siendo uno de los socios económicos y comerciales más importantes de China en la región de Asia Occidental y recordó que el gigante asiático era el segundo mayor exportador de productos a Siria antes de la crisis de 2011, cuando decenas de empresas chinas operaban en el país árabe en distintos campos.
De igual modo, resaltó que, a pesar de las dificultades causadas por las sanciones de Estados Unidos y los países occidentales, China sigue siendo el socio comercial más importante de Siria. En este mismo sentido, mencionó el envío de medicamentos y vacunas al país levantino para paliar los efectos devastadores de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.
Siria ha enfrentado varias tandas de sanciones impuestas por EE.UU. y otros países occidentales y, entre las más recientes, figura la Ley César, aprobada en diciembre de 2019 por el Congreso y el entonces presidente de EEUU, Donald Trump, una de las más severas medidas coercitivas contra un pueblo que se esfuerza por superar los más de diez años de guerra catastrófica a todos los niveles.
Entretanto, China es uno de los países que ha defendido la soberanía y la integridad territorial de Siria desde el inicio del conflicto armado que sacudió el país árabe en 2011. Vetó, junto con Rusia, varios intentos de Washington y sus aliados contra los sirios en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Asimismo, ha exigido en reiteradas ocasiones el cese de los embargos económicos impuestos a Siria, denunciando que las restricciones afectan más que todo a los civiles.
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