El presidente de Filipinas da por cumplidos los objetivos de su viaje a China: la ‘separación’ de EE.UU. y una nueva alianza con Pekín.
"Anuncio mi separación de Estados Unidos, tanto militar como económica", ha proclamado este jueves Rodrigo Duterte en un foro de negocios en el que estaba presente el vice primer ministro chino, Zhang Gaoli, y otros altos cargos. "Me he separado de ellos, así que dependeré de ustedes para siempre. Pero no se preocupen, también los ayudaremos, tal como ustedes nos ayudan a nosotros", ha agregado.
Hablando en el foro efectuado en Pekín, capital china, en el segundo día de su visita oficial al gigante asiático, Duterte ha subrayado que "ahora Estados Unidos ha perdido", y que ya ha llegado la hora de “realinearse” con China y Rusia. "Me he realineado en su corriente ideológica y probablemente también acudiré a Rusia para conversar con (el presidente Vladimir) Putin".
Sus palabras culminan meses de retórica antiestadounidense, con insultos incluso al presidente norteamericano, Barack Obama, después de que éste criticara la ofensiva contra las drogas lanzada por Duterte. El jefe de Estado filipino incluso había anunciado el fin de los planes de patrullaje y maniobras conjuntas con EE.UU. en el mar de China Meridional, disputado por Pekín y Manila.
Los presidentes de China y Filipinas, Xi Jinping (dcha.), y Rodrigo Duterte, respectivamente, se estrechan la mano durante una visita en Pekín, 20 de octubre de 2016. |
El miércoles, día que aterrizó en Pekín para su visita oficial, Duterte ya dijo que su país se ha beneficiado muy poco de su larga alianza con EE.UU., su antiguo colonizador. "Vuestra estancia en mi país ha sido para vuestro propio beneficio. Es tiempo de decir adiós, mi amigo", dijo dirigiéndose a las autoridades de Washington.
Hoy jueves, la agenda de trabajo del presidente filipino ha incluido además un encuentro con su homólogo chino, Xi Jinping, con quien ha abordado asuntos de interés común. Para Xi, la reunión ha sido un "hito" de suma importancia para ambos, mientras que para su par filipino fue la expresión de lazos "profundos, que no se rompen fácilmente".
Según un anuncio del viceministro chino de Asuntos Exteriores, Liu Zhenmin, las partes han acordado continuar los diálogos en asuntos diplomáticos y de defensa, incluyendo las disputas territoriales sobre el mar de China Meridional, que han dificultado sus contactos durante años.
La postura de Duterte sobre el mar del Sur de China es cien por cien diferente a la de su predecesor, Benigno Aquino, que en 2013 llevó a Pekín ante un tribunal internacional. En julio del presente año, Tribunal Permanente de Arbitraje de La Haya, falló a favor de Manila, hecho que fue rechazado por el gigante asiático. No obstante, desde su llegada al poder en junio, el actual jefe de Estado filipino no ha querido presionar a sus vecinos del norte con esta sentencia, y se ha mostrado dispuesto a dialogar sobre el asunto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario