Probablemente, el acuerdo para llevar a cabo las maniobras conjuntas se alcanzó en septiembre, cuando el ministro de Defensa de Egipto, Sedki Sobhi, visitó Moscú, opinan los autores del artículo, Kiril Krivosheev e Iván Safrónov.
"Los ejercicios forman parte de un plan general para fortalecer la cooperación militar entre los dos países", añaden los periodistas.
Según Intelligence Online, medio citado por los autores, anteriormente, el Ministerio de Defensa de Rusia —representado por las fuerzas de operaciones especiales— había propuesto al Gobierno de Egipto encargarse del entrenamiento de las fuerzas especiales egipcias, que operan en la península del Sinaí.
El hecho de que los servicios especiales rusos intensificaran los contactos con sus homólogos egipcios fue confirmado por fuentes oficiales rusas a las que tuvo acceso Kommersant. Además, las mismas fuentes precisaron que los miembros de los servicios de seguridad rusos se encuentran "de forma rotativa" en Egipto "para realizar determinadas misiones". Entre ellas, el monitoreo y la transferencia rápida de información sobre la situación en la región.
Un factor de preocupación para ambas partes es la situación que se vive en el norte de la península del Sinaí, donde los grupos terroristas realizan ataques regularmente.
En particular, el 14 de octubre, 12 soldados egipcios murieron en unataque perpetrado por los yihadistas contra un puesto de control, a unos 40 kilómetros de la ciudad de Bir el Abd. La mayoría de los ataques son obra de la organización terrorista Wilayat Sayna —La provincia del Sinaí, en español—, que juró lealtad a Daesh —Estado Islámico, grupo terrorista proscrito en Rusia y otros países—.
Los autores recuerdan que Daesh reclamó la autoría del ataque del 31 de octubre de 2015, en los cielos del Sinaí. En aquella ocasión, unaexplosión destruyó el avión Airbus A320 de la aerolínea Kogalymavia, que realizaba el vuelo Sharm el Sheij — San Petersburgo. Tras la tragedia, el servicio aéreo entre Rusia y Egipto fue suspendido.
Sin embargo, la semana pasada, el ministro de Transporte ruso, Maxim Sokolov, expresó su confianza en que las comunicaciones aéreas se reanuden en 2017, ya que los "colegas egipcios están avanzando muy rápidamente para eliminar todas las carencias para cumplir con el plan integral de seguridad [en los aeropuertos]".
Según los expertos rusos, otra prueba del acercamiento entre Rusia y Egipto fue la reciente votación sobre el conflicto en Siria que se produjo en el Consejo de Seguridad de la ONU. El 8 de octubre, el representante permanente de Egipto ante las Naciones Unidas, Amr Abdellatif Abulatta, junto con los representantes de Rusia, China y Venezuela, apoyó la resolución de Rusia para el arreglo de la situación en Siria, presentada como alternativa al documento francés, promovido por los países occidentales y Arabia Saudí.
"El apoyo por parte de Egipto a la iniciativa rusa fue percibido como un gesto significativo: El Cairo, de hecho, actuó en contra de Riad, con quien tiene estrechos lazos y de la que recibe ayuda financiera. Arabia Saudí mantiene una postura muy dura respecto al régimen sirio de Bashar Asad, mientras que Moscú está utilizando un enfoque más equilibrado", señalan los autores del artículo.
El hecho de que los servicios especiales rusos intensificaran los contactos con sus homólogos egipcios fue confirmado por fuentes oficiales rusas a las que tuvo acceso Kommersant. Además, las mismas fuentes precisaron que los miembros de los servicios de seguridad rusos se encuentran "de forma rotativa" en Egipto "para realizar determinadas misiones". Entre ellas, el monitoreo y la transferencia rápida de información sobre la situación en la región.
Un factor de preocupación para ambas partes es la situación que se vive en el norte de la península del Sinaí, donde los grupos terroristas realizan ataques regularmente.
En particular, el 14 de octubre, 12 soldados egipcios murieron en unataque perpetrado por los yihadistas contra un puesto de control, a unos 40 kilómetros de la ciudad de Bir el Abd. La mayoría de los ataques son obra de la organización terrorista Wilayat Sayna —La provincia del Sinaí, en español—, que juró lealtad a Daesh —Estado Islámico, grupo terrorista proscrito en Rusia y otros países—.
Los autores recuerdan que Daesh reclamó la autoría del ataque del 31 de octubre de 2015, en los cielos del Sinaí. En aquella ocasión, unaexplosión destruyó el avión Airbus A320 de la aerolínea Kogalymavia, que realizaba el vuelo Sharm el Sheij — San Petersburgo. Tras la tragedia, el servicio aéreo entre Rusia y Egipto fue suspendido.
Sin embargo, la semana pasada, el ministro de Transporte ruso, Maxim Sokolov, expresó su confianza en que las comunicaciones aéreas se reanuden en 2017, ya que los "colegas egipcios están avanzando muy rápidamente para eliminar todas las carencias para cumplir con el plan integral de seguridad [en los aeropuertos]".
Según los expertos rusos, otra prueba del acercamiento entre Rusia y Egipto fue la reciente votación sobre el conflicto en Siria que se produjo en el Consejo de Seguridad de la ONU. El 8 de octubre, el representante permanente de Egipto ante las Naciones Unidas, Amr Abdellatif Abulatta, junto con los representantes de Rusia, China y Venezuela, apoyó la resolución de Rusia para el arreglo de la situación en Siria, presentada como alternativa al documento francés, promovido por los países occidentales y Arabia Saudí.
"El apoyo por parte de Egipto a la iniciativa rusa fue percibido como un gesto significativo: El Cairo, de hecho, actuó en contra de Riad, con quien tiene estrechos lazos y de la que recibe ayuda financiera. Arabia Saudí mantiene una postura muy dura respecto al régimen sirio de Bashar Asad, mientras que Moscú está utilizando un enfoque más equilibrado", señalan los autores del artículo.
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