Aparece el primer ganador de la última ronda de sanciones estadounidenses contra Irán, y es Rusia, opina Benoit Faucon, reportero del diario estadounidense The Wall Street Journal. Según el autor, las empresas rusas se harán rápidamente con los mayores compradores del petróleo iraní en Europa y Asia que estén en busca de alternativas.
"Rusia e Irán producen petróleo similar, lo que hace que a las refinerías les sea relativamente fácil cambiar de uno a otro", explica el periodista.
Mientras tanto, EEUU también está listo para ofrecer su crudo a los consumidores. El país ha aumentado la producción de petróleo a un récord histórico: 11 millones de barriles por día debido a la actividad de los productores de petróleo de esquisto. Pero este crudo no siempre encuentra clientes por sus características que no son adecuadas para todas las refinerías.
Si una refinería trabaja con petróleo de cierta calidad, no puede reajustarse para otras materias primas, tanto por razones técnicas como económicas.
Es por eso que el propio país sigue siendo uno de los mayores importadores de oro negro.
Estados Unidos continúa comprando petróleo venezolano porque las refinerías de Texas no están adaptadas para el petróleo ligero, y su reequipamiento supone gastos e inversiones adicionales", comentó a Sputnik Alexéi Grómov, director de energía del Instituto de energía y finanzas.
El medio estadounidense enfatiza que en los últimos 30 años, Rusia ha alcanzado niveles de producción máximos y se ha convertido en el líder mundial. Así, en octubre, los rusos produjeron 11,41 millones de barriles por día, es decir, un 4.3% más que en el mismo período de 2017.
Según el reportero, Moscú ya ha compensado en cierta medida los suministros de energía iraní a Turquía, China y Corea del Sur.
Los expertos rusos señalan que se está abriendo todo el mercado europeo, incluidos Francia, Alemania e Italia. Sin embargo, otros proveedores también compiten por estos nichos, especialmente Arabia Saudí, cuyo petróleo tiene parámetros similares.
El medio estadounidense enfatiza que en los últimos 30 años, Rusia ha alcanzado niveles de producción máximos y se ha convertido en el líder mundial. Así, en octubre, los rusos produjeron 11,41 millones de barriles por día, es decir, un 4.3% más que en el mismo período de 2017.
Según el reportero, Moscú ya ha compensado en cierta medida los suministros de energía iraní a Turquía, China y Corea del Sur.
Los expertos rusos señalan que se está abriendo todo el mercado europeo, incluidos Francia, Alemania e Italia. Sin embargo, otros proveedores también compiten por estos nichos, especialmente Arabia Saudí, cuyo petróleo tiene parámetros similares.
La ventaja de Moscú, según el autor, es que puede ayudar a Teherán a evitar las sanciones comprando el petróleo iraní mediante trueque y refinándolo para el consumo interno. Y su propio crudo lo vendería a Europa, obteniendo ganancias adicionales.
"Rusia está jugando en todos los bandos", comentó Helima Croft, estratega jefa de materias primas de la consultora canadiense RBC Capital Markets.
Los economistas señalan que el esquema de trueque es plausible, aunque no hay confirmación oficial de que tales negociaciones estén en curso.
"Para Rusia, un acuerdo de trueque sería beneficioso, ya que fortalecería su posición en el mercado de exportación, pero Teherán no tiene remedio, tendrá que aceptar las condiciones de Moscú", señaló Antón Shabánov, experto económico independiente.
Otra cosa es que no se trata de "ayudar" a Irán, como lo intenta presentar el periodista estadounidense, sino que se habla de puro interés económico en el mercado.
"Si es rentable, entonces habrá compras de trueque", concluyó Nikolái Ivanov, jefe del departamento de mercados de energía del Instituto de energía y finanzas
"Rusia está jugando en todos los bandos", comentó Helima Croft, estratega jefa de materias primas de la consultora canadiense RBC Capital Markets.
Los economistas señalan que el esquema de trueque es plausible, aunque no hay confirmación oficial de que tales negociaciones estén en curso.
"Para Rusia, un acuerdo de trueque sería beneficioso, ya que fortalecería su posición en el mercado de exportación, pero Teherán no tiene remedio, tendrá que aceptar las condiciones de Moscú", señaló Antón Shabánov, experto económico independiente.
Otra cosa es que no se trata de "ayudar" a Irán, como lo intenta presentar el periodista estadounidense, sino que se habla de puro interés económico en el mercado.
"Si es rentable, entonces habrá compras de trueque", concluyó Nikolái Ivanov, jefe del departamento de mercados de energía del Instituto de energía y finanzas
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