Pyongyang considera las maniobras conjuntas entre EE.UU. y Corea del Sur como una “declaración de confrontación” que pone en peligro el proceso diplomático.
“Los planes anunciados para un ejercicio aéreo conjunto a solo un mes del fracaso de las conversaciones de trabajo entre Corea del Norte y Estados Unidos no se pueden entender de otra forma que como una declaración de confrontación contra nuestra nación”, ha asegurado este miércoles Kwon Jong Gun, un portavoz del Ministerio de Exteriores norcoreano.
Kwon, de este modo, ha denunciado con dureza los planes de Washington para llevar a cabo un nuevo simulacro militar conjunto con Corea de Sur el próximo mes de diciembre, en momentos en que las negociaciones sobre la desnuclearización de Corea del Norte siguen estancadas.
“Nuestra paciencia está llegando a su límite”, ha precisado el portavoz, citado por la agencia estatal norcoreana de noticias KCNA, para después advertir que estas maniobras obligarán a Pyongyang a reconsiderar “las importantes medidas” que ya había tomado sobre las negociaciones con la Administración estadounidense.
EE.UU. suspendió el pasado año el ejercicio aéreo combinado con Corea del Sur, conocido como Vigilant Ace, supuestamente por los diálogos nucleares con Corea del Norte. Pero, el portavoz del Departamento de EE.UU. (el Pentágono), David Eastburn, informó esta semana que su país “no tiene planes para saltarse los ejercicios combinados” de este año.
Los planes anunciados para un ejercicio aéreo conjunto a solo un mes del fracaso de las conversaciones de trabajo entre Corea del Norte y Estados Unidos no se pueden entender de otra forma que como una declaración de confrontación contra nuestra nación”, asegura Kwon Jong Gun, un portavoz del Ministerio de Exteriores norcoreano.
Las negociaciones entre Washington y Pyongyang están estancadas desde el pasado mes de febrero, cuando una cumbre entre el líder norcoreano, Kim Jong-un y el presidente estadounidense, Donald Trump, en Hanói (Vietnam), concluyó sin acuerdo.
Desde entonces, Pyongyang ha llevado a cabo de manera frecuente pruebas de misiles balísticos, argumentando que estos lanzamientos tienen como objetivo dar una “advertencia” a EE.UU. y Corea del Sur ante sus maniobras militares conjuntas, que conforme Pyongyang, son actos provocativos y amenazan su soberanía territorial.
A finales del pasado octubre, Kim Yong Chol, un funcionario de alto rango norcoreano, advirtió que su país podría lanzar un ataque a EE.UU. “en cualquier momento”, si se le agota la paciencia debido a las hostilidades de Washington.
No hay comentarios:
Publicar un comentario