Quantum, la industria instalada desde hace dos años en Cochabamba (centro), ha superado todos los desafíos imaginables para fabricar vehículos movidos exclusivamente con baterías de litio, en uno de los países menos industrializados de la región.
Los automóviles fueron presentados en el mercado interno en septiembre de 2019 y tropezaron primero con el obstáculo de que no podían ser registrados porque la administración solo estaba preparada para autorizar la circulación de automóviles importados, sin siquiera abrir la posibilidad de que fuesen producto nacional.
Superado el escollo y asentados ya en el mercado interno, los pequeños automóviles Quantum de tres asientos han comenzado a ganar reconocimiento y hasta admiración de un mercado local al que le costó quedar convencido de que eran vehículos hechos en Bolivia, con 70% de componentes nacionales, según sus fabricantes.
Rompiendo el hielo
Superado el escollo y asentados ya en el mercado interno, los pequeños automóviles Quantum de tres asientos han comenzado a ganar reconocimiento y hasta admiración de un mercado local al que le costó quedar convencido de que eran vehículos hechos en Bolivia, con 70% de componentes nacionales, según sus fabricantes.
Rompiendo el hielo
¿En Bolivia es más fácil importar que exportar?, preguntó Sputnik al gerente comercial de Quantum, Marcelo Durán, quien dijo sin dudar que sí, con la aclaración de que no es un problema exclusivo de la naciente industria automotriz.
"Obviamente para cualquier país es más fácil importar desde China, los trámites están abiertos, reconocidos, pero exportar software, automóviles o servicios desde un país como el nuestro es mucho más difícil porque no se ha hecho antes", dijo el ejecutivo.
Señaló que, como pequeño paso de una larga caminata, Quantum vendió recientemente un automóvil a un cliente de Chile y otro a uno de Venezuela, pero los vehículos están todavía en territorio boliviano en espera de que se completen los trámites que permitan primero sacarlos del país y luego homologarlos en sus destinos.
"Estamos rompiendo el hielo, recién superando una primera barrera y esto toma mucho tiempo, pero esos autos ya están vendidos, solo faltan papeles y se los van a llevar", explicó Durán.
Entre esos papeles figura la autorización boliviana para exportar automóviles, lo que pasa por el registro y la certificación de Quantum como fabricante de ese producto, paso necesario para que sus características y calidad sean reconocidos y aceptados posteriormente por los servicios aduaneros, comerciales y administrativos de otros países.
En ese trámite, que Durán considera muy próximo a quedar completado, intervienen la administración tributaria, la policía y ministerios como el de Desarrollo Productivo y el de Relaciones Exteriores.
El ejecutivo dijo que por ahora Quantum solo tramita exportaciones a Chile y Venezuela, pero identifica a Perú como el mercado potencial más atractivo, por el interés despertado por la marca en las redes sociales.
Consultado sobre la posibilidad de un procedimiento de homologación de los autos eléctricos bolivianos a través de mecanismos subregionales como la Comunidad Andina o el Mercosur, dijo que ese paso será dado en un futuro aún no determinado, cuando Quantum haya terminado su conquista del mercado boliviano.
Compactos y económicos
Quantum comercializa en Bolivia tres modelos básicos: E2, E3 y E4, todos de tres asientos.
Diferenciados por la potencia de los motores y la capacidad de sus baterías, que se recargan completamente en redes domésticas con un costo de menos de medio dólar, los tres vehículos tienen rangos de autonomía de entre 40 kilómetros y 65 kilómetros por carga, y alcanzan una velocidad máxima de 55 kilómetros por hora.
"Estamos hablando de micromovilidad", dijo Durán, explicando que a diferencia de otras industrias mundiales que comenzaron fabricando autos eléctricos de alto precio, Quantum optó por la estrategia "de abajo hacia arriba, primero con vehículos pequeños de bajo costo".
El modelo más caro cuesta 6.200 dólares en Bolivia, lo que junto con su alto nivel de confort se destaca porque no hay en el mercado local ningún automóvil a gasolina por ese precio.
"Tenemos objetivos de comercialización de los actuales modelos antes de ampliar en un futuro la línea de productos", añadió el ejecutivo.
Los coches eléctricos cochabambinos, por la localización de su fábrica, han sido probados satisfactoriamente tanto en el llano como en las empinadas calles y carreteras andinas de Bolivia, mientras se preparan para salir al mundo.
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