Según informó el domingo la revista estadounidense The National Interest, el Ejército Popular de Liberación (EPL) de China está disparando cañones de artillería remolcada en las regiones de la meseta occidental del gigante asiático en el marco de unas maniobras militares.
Estas pruebas tienen como objetivo mejorar tanto la capacitación del personal encargado de su uso, como el rendimiento operativo de los propios morteros, de cara a un eventual escenario bélico que se diera a gran altitud en condiciones climáticas extremas, recoge el informe.
Si bien estas maniobras solo son una pequeña muestra del poderío militar de China, agrega la nota, se espera un amplio despliegue de las fuerzas chinas en la referida zona para mejorar sus capacidades en terrenos montañosos ya sean en el territorio chino u de otros países.
El medio estadounidense desglosa que estas maniobras incluyen el desplazamiento de muchos sistemas, como obuses autopropulsados y vehículos de asalto blindados. En concreto, anota que un obús remolcado es un sistema idóneo cuando se trata de una guerra a gran altitud.
En este punto, el reporte, citando al diario chino Global Times, señala que las tropas del EPL están ensayando disparos con obuses remolcados PL-66 de 152 mm contra objetivos simulados en áreas de la meseta cubiertas de nieve y a altitudes superiores a los 4500 metros del nivel del mar.
Los ejercicios con fuego real, conforme al rotativo chino, se están llevando a cabo en la conocida región autónoma Uygur de Xinjiang, en el noroeste de China, cerca de su frontera con Rusia, Asia Central y La India.
The National Interest en su reporte indica que otro de los objetivos de estas maniobras se orienta a mejorar el despliegue de la artillería móvil de cañón 155 mm desde el aire a las zonas montañosas por medio de helicópteros.
De acuerdo al texto, los estrategas militares de China, en prevención a que se produjera un ataque terrestre desde las zonas montañosas del noroeste del país asiático, han propuesto a sus mandos superiores poner en marcha estas pruebas a fin de agilizar en tiempo el despliegue aéreo de los obuses móviles y, de este modo, mejorar el tiempo de respuesta a esta posible agresión, que de otro modo, se tardaría más en producirse por las dificultades del transporte de la artillería y vehículos de asalto blindados vía carretera.
La India y China comparten una de las fronteras terrestres más largas del mundo. En 1962, los dos países iniciaron una sangrienta guerra en la frontera en el Himalaya y los conflictos fronterizos menores y tensiones diplomáticas han continuado desde hace décadas esporádicamente.
Las últimas tensiones alcanzaron su punto máximo en junio cuando 20 soldados indios murieron en el peor enfrentamiento entre las dos partes en décadas, en el disputado valle de Galwan, en la zona de Ladakh en el Himalaya. China no ha revelado el número de víctimas.
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