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miércoles, 19 de mayo de 2021

Los misiles de China y Rusia, un serio problema para los "perezosos" cazas de EEUU


El nivel de preparación del Comando de Combate de la Fuerza Aérea (ACC) de Estados Unidos para una hipotética guerra preocupa al Pentágono. Después de décadas de bombardear blancos prácticamente indefensos desde bases grandes y cómodas, sus numerosos escuadrones se han vuelto "perezosos", considera Forbes.

Esta "pereza" en uno de los principales comandos de la Fuerza Aérea del país norteamericano, podría hacer que se enfrente a "grandes problemas" en un combate con un "rival de altura", como China o Rusia, sostiene David Axe, especialista militar en su columna para el medio.

Desde la década de 1990, la Fuerza Aérea estadounidense organiza muchos de sus escuadrones en 10 Fuerzas Expedicionarias Aéreas —AEF, por sus siglas en inglés—. Desde entonces, las AEF se han turnado para proporcionar escuadrones a las diversas guerras en la que participó la nación norteamericana, detalla Forbes.

"Cuando, digamos, un escuadrón de F-16 con sede en Carolina del Sur aterrizó en la base aérea de Bagram en Afganistán para lanzar bombas por un período de seis meses sobre insurgentes indefensos, fue una AEF la que lo envió allí", escribe Axe.

Esta estrategia, sin embargo, solo funciona para campañas largas, predecibles y de baja intensidad. En el escenario hipotético en el que se desate una guerra con China o Rusia, por ejemplo, los cazas de EEUU tendrán que movilizarse mucho más rápido, advierte el medio.

Por esta razón, la Fuerza Aérea de Estados Unidos desea adoptar un nuevo modus operandi: posicionar escuadrones en varios aeródromos de campo cerca del área en la cual se desarrolla un conflicto armado. El objetivo de la medida es hacer que sea más difícil para un enemigo predecir de dónde desplegarán los cazas estadounidenses y evitar que sean golpeados en el suelo.

La estrategia no es necesariamente una innovación en la aviación de combate. De hecho, los pilotos militares soviéticos ya la utilizaban hace décadas. Sin embargo, podría funcionar mejor que el esquema actual empleado por el ACC, destacan los expertos de RG.

Sin embargo, adoptar la estrategia podría suponer "un desafío administrativo", pondera Axe. El Comando de Combate tendrá que crear cuarteles generales de entrenamiento en algunas alas aéreas para que sea posible preparar a los escuadrones para una división rápida, nombrar comandantes para grupos pequeños y asignarles tareas, entre otras cosas.

"Su trabajo comenzará mucho antes de que sus escuadrones subordinados tomen su turno para un posible despliegue", agrega el especialista.

La reforma organizacional se lleva a cabo simultáneamente a la modernización de la flota de cazas de EEUU. Axe subraya que es mucho por hacer al mismo tiempo y que los cambios deben suceder sin muchos fondos adicionales. Eso se debe a que, después de varios años de continuos incrementos, los presupuestos del Pentágono se están aplanando.

"Pero la necesidad es clara. El ACC, como todos los comandos de la Fuerza Aérea, está tratando de romper tres décadas de malos hábitos que podrían ponerlo en una seria desventaja frente a un enemigo decidido y altamente tecnológico", concluyó el autor de la columna.

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