Durante una sesión informativa con un grupo de periodistas que lo acompañaron en sus visitas secretas a Irak y Siria, el general Kenneth F. McKenzie, jefe del Comando Central de Estados Unidos (Centcom, por sus siglas en inglés), afirmó que el país norteamericano aún no ha encontrado soluciones efectivas para contrarrestar los ataques con aviones no tripulados (drones).
“Estamos trabajando muy duro para encontrar soluciones técnicas que nos permitan contrarrestar con efectividad los drones. El Ejército está trabajando muy duro en ello. Aun así, no creo que estemos donde queremos estar”, dijo a los periodistas McKenzie, según recogió el viernes la agencia estadounidense de noticias The Associated Press (AP).
Explicó que se están realizando esfuerzos para buscar formas de cortar los vínculos de comando y control entre un dron y su operador, mejorar los sensores de radar para identificar rápidamente la amenaza a medida que se acerca y encontrar formas electrónicas y cinéticas certeras para derribarlo.
Sin embargo, agregó que los drones, que son baratos y fáciles de comprar, a menudo son difíciles de detectar y complejos para destruirlos, al tiempo que reiteró que Estados Unidos debe encontrar más formas de contrarrestar su uso por parte de los “enemigos” en la región de Asia Occidental y en otros lugares.
En cuanto a las operaciones de los grupos de Resistencia iraquíes contras las tropas de ocupación norteamericanas, McKenzie desveló que creen que pueden llevar a cabo ataques a un nivel bastante bajo que no provoquen una respuesta, pero generen suficiente fricción que eventualmente nos inducirán a irnos del territorio iraquí.
“Creo que es una situación peligrosa”, admitió, aunque señaló que la coalición liderada por Estados Unidos todavía tiene trabajo por hacer en Irak.
A lo largo de los últimos meses se han estado elevando las voces que exigen la salida de las tropas norteamericanas de Irak, a las que consideran fuerzas invasoras.
También han aumentado los ataques contra las bases, soldados y las instalaciones militares operadas por Washington en el territorio iraquí.
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