El Ministerio de Defensa ruso sigue fortaleciendo su grupo aéreo en el Ártico. Además de los cazas, el país también envió recientemente cazabombarderos Su-34 a la región. ¿Por qué Rusia envía aviones de ataque al Polo Norte?
El 19 de abril, un caza ruso MiG-31 escoltó sobre el mar de Barents a un avión patrullero de EEUU y otro de Noruega, que volaban en dirección a la frontera de Rusia. Se trataba de un P-8A Poseidón y un P-3C Orion, aeronaves patrulleras de la Armada estadounidense y de la Fuerza Aérea noruega, respectivamente. El avión ruso los siguió hasta que dieron vuelta y empezaron a alejarse de la frontera.Un suceso similar ocurrió el 26 de mayo. En esa ocasión, un Р-3С Orion noruego se acercó a la frontera de Rusia sobre el mar de Barents, por lo que nuevamente fue desplegado un MiG-31 para escoltarlo.
En ambas ocasiones, el "vuelo del caza ruso se realizó en estricta observancia de las normas del uso del espacio aéreo internacional", subrayaron las autoridades rusas.
Estos dos incidentes están lejos de ser únicos. En los últimos meses, aviones de reconocimiento de países de la OTAN han aparecido regularmente en el área de responsabilidad de la Flota del Norte de Rusia. La región se encuentra bajo un intenso escrutinio de EEUU y sus aliados.
"Es más, al tratar de afianzarse en el Ártico, Occidente actúa de forma bastante agresiva", escribió Nikolai Protopopov, experto en Defensa, en una columna para la versión rusa de Sputnik.
Ofensiva en el Ártico
Moscú, por su parte, ha reprochado en varias ocasiones el fortalecimiento de la actividad militar de la OTAN en el Extremo Norte del globo. El pasado 17 de mayo, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, calificó las acciones de la OTAN como "una ofensiva".
"Vemos quejas sobre el hecho de que Rusia está desplegando actividad militar en el Ártico. Desde hace mucho tiempo todos saben perfectamente que ese es nuestro territorio, nuestra tierra. Somos responsables de garantizar que nuestra costa ártica sea segura, y todo lo que nuestro país hace allí es absolutamente legal y legítimo", dijo el diplomático en esa ocasión.
Lavrov destacó que, por el contrario, "cuando la OTAN intenta justificar su ofensiva en el Ártico, tal vez se trate de una situación ligeramente diferente", y en esas circunstancias surgen preguntas dirigidas a países ubicados cerca de Rusia, como Noruega, por ejemplo.
"Vuelvo a enfatizar que no se trata de algo que sencillamente está cerca de nosotros, es nuestra tierra y nuestras aguas", subrayó Lavrov.
Las aeronaves rusas en el Extremo Norte
Para garantizar sus intereses árticos, Rusia se ve forzada a ampliar el alcance de sus propias armas y equipos militares involucrados en la defensa del país desde el norte. Dada las vastas extensiones del Ártico, el país aposta especialmente en la aviación como una de las herramientas más efectivas para disuadir a un enemigo potencial en la amplia área, explica Protopopov en su artículo.
Recientemente, por ejemplo, se pusieron a prueba las capacidades de los caza MiG-31 en el aeródromo reconstruido de Rogachevo en el archipiélago ártico Nueva Zembla. A finales de marzo, durante la expedición ártica Umka-2021 en la Tierra de Francisco José, dos de esas aeronaves realizaron un largo vuelo desde el aeródromo de Nagurskoye. En el marco del ejercicio, cruzaron el Polo Norte geográfico, completaron con éxito una misión de entrenamiento de combate y regresaron a la base de operaciones en el archipiélago de Rusia.
Además, el pasado abril, fueron enviados desde la región de Cheliabinsk al Ártico unos cazabombarderos multipropósitos Su-34. Según informó el Ministerio de Defensa, las aeronaves realizaron una veintena de vuelos en la región. Las tripulaciones practicaron el patrullaje de la zona ártica, tareas de navegación aérea y maniobras sobre la superficie del agua.
Durante el ejercicio, los Su-34 realizaron lanzamientos misiles aire-tierra de alta precisión en objetivos marinos que simulaban ser submarinos de superficie y barcos enemigos. Las tripulaciones de los cazabombarderos, además, recibieron disparos de misiles aéreos de corto alcance.
Aeródromos en la cima del mundo
"Estratégicamente, el Polo Norte es la ruta más corta de Canadá y Estados Unidos a Rusia. Si un conflicto estalla repentinamente, los golpes surgirán desde allí. Por lo tanto, es necesario arreglar todo lo más que se pueda y demostrar la capacidad de nuestras aeronaves para basarse y operar en el Ártico, incluso de forma rotatoria", afirmó Viacheslav Popov, piloto militar de honor de Rusia, en un comentario a Protopopov.
Sin embargo, la operación de cazabombarderos y otras aeronaves de alta velocidad en el Ártico se hizo posible hace relativamente poco tiempo, después de la reconstrucción de la red de aeródromos rusos en la región. "Después de la década de 1990, el norte quedó desnudo, prácticamente no hubo vuelos", apuntó Popov.
Durante los últimos diez años, el Ministerio de Defensa ha restaurado varias pistas de aterrizaje en el Ártico y construido muchas instalaciones de infraestructura militar.
Un ejemplo es el aeródromo de Nagurskoye, en la Tierra de Alexandra, parte del archipiélago Tierra de Francisco José. Después de que se ponga en funcionamiento su nueva pista, lo que ocurrirá muy pronto, será capaz de recibir aviones de cualquier clase, incluidos bombarderos estratégicos.
Rusia planea, además, invertir 5.000 millones de rublos —unos 68 millones de dólares— en la construcción del aeródromo Temp en la isla Kotelny, el cual tendrá la misma funcionalidad de Nagurskoye.
Además, como parte de sus recientes esfuerzos polares, Rusia también reconstruyó los aeródromos árticos de Tiksi, Anadyr y Vorkuta.
Las autoridades rusas reiteraron en numerosas ocasiones que las nuevas armas no amenazan a los países que no tienen planes de atacar a Rusia y la doctrina militar del país tiene un carácter exclusivamente defensivo.
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