Al precisar este miércoles detalles sobre el derribo de la aeronave espía ocurrido cerca de la zona de Azan, ubicada en el sur de la provincia de Alepo, en el norte del país árabe, las fuentes han señalado que se trata de un avión no tripulado espía de EE.UU. RQ-4A Global Hawk que fue derribado por el sistema antiaéreo avanzado BUK.
Asimismo, han puesto de relieve que el dron norteamericano despegó desde la base aérea de Al-Azraq, en el norte de Jordania, un recinto militar muy activo desde el inicio de las ofensivas aéreas estadounidenses en la región.
Según informa la agencia libanesa de noticias Al-Khanadeq, la reacción inmediata de la defensa aérea siria frenó el intento de Washington de invadir el espacio aéreo del país árabe.
El evento tuvo lugar en Alepo, en cumplimiento de una orden del presidente de Siria, Bashar al-Asad, que anteriormente había autorizado a sus fuerzas derribar cualquier avión de combate enemigo que intente invadir el territorio sirio.
Recientemente, la defensa aérea siria se ha enfrentado con más fuerza a objetivos hostiles en el espacio aéreo del país. El 25 de julio, el contralmirante Vadim Kulit, jefe del Centro ruso para la Reconciliación de las partes en conflicto en Siria, declaró que las unidades de defensa aérea del país árabe habían interceptado y destruido dos misiles guiados israelíes en las afueras de Damasco, la capital.
Según el titular ruso, los misiles fueron disparados desde dos aviones de combate israelíes F-16, lo que llevó al Ejército sirio a repeler ambos proyectiles en el aire sobre la ciudad de Sayida Zainab, que se encuentra a unos 10 kilómetros al sur de Damasco.
Desde el estallido del conflicto en Siria en 2011, Israel ataca con frecuencia objetivos militares o civiles en el país levantino a fin de frenar el rápido avance del Ejército hacia los escondites de las bandas radicales; no obstante, en la mayoría de los casos, las unidades de la defensa antiaérea sirias han frustrado dichas ofensivas.
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