El secretario del Consejo de Discernimiento del Sistema de Irán, Mohsen Rezai, lo ha señalado este miércoles en una conferencia de prensa en Teherán (capital persa), después de una reunión del Consejo sobre la situación en torno a la seguridad nacional en la que estuvo también presente el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán, el general de división Mohamad Hosein Baqeri.
“El general de división Baqeri explicó la situación de la seguridad y la forma en que nuestro científico nuclear fue martirizado, y dijo que el arma utilizada pertenecía a la Organización del Tratado del Atlántico Norte [OTAN]”, ha explicado Rezai.
Asimismo, ha proseguido diciendo que, en los últimos años, varias organizaciones terroristas trataron, reiteradamente, de martirizar a Fajrizade, pero sus esfuerzos se vieron frustrados. Sin embargo, en esta ocasión, empleando tecnologías avanzadas y armas inteligentes guiadas por satélite y de láser, pudieron materializar su objetivo.
Citando las afirmaciones realizadas por el general Baqeri, el secretario del Consejo de Discernimiento del Sistema de Irán ha señalado que las investigaciones para hallar a los autores de este atentado han avanzado considerablemente y los resultados de las mismas se darán a conocer a la gente pronto.
El influyente físico iraní, asesinado el pasado 27 de noviembre en un ataque terrorista cerca de Teherán, dirigía la Organización de Investigación e Innovación del Ministerio de Defensa de Irán, y tuvo un papel muy destacado en la industria de la defensa del país. Además, figuraba entre los cinco iraníes en la lista de las 500 personas más poderosas del mundo, según la revista estadounidense Foreign Policy.
Las autoridades iraníes acusan a EE.UU. e Israel de estar detrás de este crimen, que catalogan de “terrorismo de Estado”, y aseguran que responderán de la manera más contundente posible.
Israel ha sido un socio importante de la OTAN durante más de 20 años, así como un miembro activo del Diálogo Mediterráneo de la Alianza Atlántica.
El homicidio de Fajrizade se suma al de otros científicos nucleares iraníes que fueron ultimados, en años recientes, en actos hostiles orquestados por el servicio de inteligencia de Israel (el Mossad) y la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de EE.UU.
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