Así es, el gigante chino de la tecnología, Huawei, logra que trump cancele las sanciones en su contra para de esta manera permitir que el fabricante chino continúe haciendo negocios con empresas estadounidenses como si nada hubiera pasado.
De esta forma, huawei podrá seguir haciendo uso del sistema operativo Android, así como de todas las aplicaciones de fabricantes estadounidenses, tales como Facebook, washapp, telegram, YouTube, twitter, etcétera.
Trump durante la reunión del G20 hace el anuncio de manera oficial, argumentando que las empresas estadounidenses son las de mayor prestigio en el mundo y que al permitir se levante el veto a huawei (más bien, que jamás se aplique) le están haciendo un favor a los chinos, sabiendo de antemano que huawei y china no necesitan de EEUU púes ellos pueden crear y fabricar por si mismos todo lo que le compran a EEUU, pero la presión de los empresarios estadounidenses fue tan fuerte, que finalmente lograron que trump cediera en sus exigencias y levantara el veto a Huawei.
Y es que esto es así, no por que los fabricantes estadounidenses sean buenas personas, sino, más bien, por que la continuidad de sus negocios quedaba en serio riesgo tras el veto a que se verían sometidos por las autoridades chinas, y por el veto que los mismos ciudadanos chinos les aplicarían, de tal manera que todas las grandes empresas estadounidenses sufrirían enormes pérdidas y muchas de ellas quebrarían, tal como ya estaba sucediendo con Apple y Microsoft.
De esta manera se da un respiro en esta lucha entre las dos principales economías del mundo, pero ya todos sabemos cómo es trump, y es que este sujeto como hoy se puede levantar de buen humor, como mañana puede levantarse como ogro y volver a intensificar la guerra comercial contra china, así que ya nadie se confía de él y todas las empresas chinas, y en general del mundo entero, siempre tendrán un plan B para aplicar en caso de que a Trump se le vuelva a botar la canica y decida emprender una nueva guerra comercial.
Aunque en realidad este triunfo de huawei se da por la incapacidad de EEUU de competir contra las empresas chinas y, en general, contra el mismo gobierno chino, pues ellos, los chinos, crean cosas de mejor calidad y mayor valor tecnológico agregado que lo que pueden hacer los estadounidenses; ahí tenemos el ejemplo del 5G, tecnología que es dominada completamente por Huawei, razón principal de por qué Trump levantó el veto contra ellos pues le advirtieron de que continuar con su guerra comercial ellos vetarían el desarrollo de la red 5G en EEUU, pues dependen completamente de la tecnología de huawei para lograr tal propósito.
Así, tenemos que las empresas chinas hacen productos de igual o mejor calidad que los estadounidenses, pero a precios considerablemente menores; de esta manera los fabricantes estadounidenses se ven imposibilitados de competir contra ellos, lo que a la larga hará que los EEUU se transformen solo en proveedores de componentes pero ya no de dispositivos completos y, aun así, eventualmente China fabricará todos los componentes necesarios para sus productos para ya no depender de EEUU, lo que a la larga llevará a EEUU a convertirse en una nación solo maquiladora, tal como ha sucedido con economías como la mexicana, economías que solo maquilan pero que crean muy poco y que en muchos casos se han convertido en proveedores solo de componentes pero no de productos terminados.
Y esto es tan claro, que aun el avión más moderno de los EEUU, es decir, el F-35, depende en muchos aspectos de fabricantes chinos, pues ellos suministran muchos componentes para la aeronave estadounidense.
De esta manera china logra doblegar a los EEUU sin mucho esfuerzo y se erige como la nueva superpotencia del mundo, desplazando a los estadounidenses a un segundo plano y, quien sabe, quizá hasta un tercer plano, porque en el aspecto militar Rusia ya los ha desplazado desde hace algún tiempo atrás, de tal manera que la tecnología militar rusa le lleva como 20 años de ventaja a la estadounidense.
De esta forma, EEUU se ve desplazado a un segundo lugar tanto en el aspecto económico como en el aspecto militar.
Y esto de lo militar es bastante claro si vemos como los países se pelean por comprar armamento ruso en vez del estadounidense, obligando a los EE.UU. a amenazarlos con sanciones económicas si compran tecnología militar en vez de estadounidense.
Así, tenemos que los países hacen cola para comprar sistemas antiaéreos rusos S-400 y aviones caza Su-35 y Su-57, de tal manera que la industria militar rusa no se da abasto para surtir tantos pedidos, y esto pese a las presiones estadounidenses que amenazan a países como Turquía, la India, Vietnam, y muchos otros países, con sanciones económicas si compran productos rusos.
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