Hoy el mundo se despierta con la noticia de que los mercados mundiales se desploman a raíz de la depreciación del Yuan chino a niveles que no se veían desde el 2008, es decir, desde la última gran crisis económica mundial desatada por las hipotecas suprime en EEUU.
Pues bien, hoy el gigante asiático ha devaluado su moneda en respuesta a los aranceles del 25% impuestos por Donald Trump contra sus productos; de esta manera china anula los efectos negativos sobre sus exportaciones a los EEUU a consecuencia de estos nuevos aranceles, pues al hacer al Yuan más barato, los mismos productos chinos serán más baratos en el mercado internacional, lo que compensará los aranceles recientemente impuestos en EEUU.
Pero además de esto, china también ha golpeado fuertemente a la industria agrícola y ganadera de los EEUU al prohibir a sus empresas importar cualquier cosa de estos sectores que provengan de los mismos EEUU.
De esta manera todos los índices bursátiles en Wall Street se desploman a consecuencia de la agudización de la disputa comercial entre ambos países.
Y es que para china no había mucho margen de maniobra si consideramos que sus exportaciones a los EEUU quintuplican sus importaciones del mismo país, lo que los limita a la hora de imponer aranceles recíprocos, pues sus aranceles solo compensarían una quinta parte (en términos monetarios) de los prejuicios que sufrirían con respecto a los EEUU.
Es por eso que china recurrió a devaluar su moneda, pues es la mejor medida para compensar las pérdidas sufridas por los nuevos aranceles.
Pero china aun conserva dos ases bajo la manga, ases que son ni más ni menos que la deuda que poseen de los EEUU, así como las exportaciones de minerales de tierras raras.
Quizá el próximo paso que de china sea restringir completamente la exportación a los EEUU de minerales de tierras raras, con esto daría un golpe mortal a toda la industria tecnológica estadounidense, pues actualmente casi todos los productos tecnológicos llevan en menor o mayor medida componentes hechos a base de ésos minerales; de esta manera, se entiende que si china prohíbe la exportación de esos minerales a los EEUU, automáticamente toda su industria colapsará.
Recordemos que los fabricantes tecnológicos estadounidenses (Apple, Microsoft, Dell, Qualcomm, Intel, etcétera) dependen en un 90% de los minerales de tierras raras importados directamente de china, y buscar nuevos proveedores sería muy costoso y muy tardado, pues habría que crear la infraestructura necesaria para minar esos minerales y procesarlos. Además, china controla el mercado mundial de dichos materiales, lo que hace que cualquier otra competencia resulte bastante más cara que la china; es decir, aunque EEUU consiga nuevos proveedores, esos nuevos proveedores no podrán competir contra los precios de china, lo que los hará proveedores exclusivos de EEUU pero a un mayor costo, lo que pondría en desventaja comercial a las empresas estadounidenses al tener que pagar más por la materia prima, lo que a la larga los llevará a la quiebra al no poder competir en el mercado internacional y, sobre todo, contra las empresas chinas y de sus aliados, aliados que tendrían preferencia a la hora de venderles los minerales de tierras raras.
La otra gran arma de China contra los EEUU en esta guerra comercial es la deuda que poseen de los mismos EEUU, deuda que básicamente consiste en bonos soberanos del tesoro norteamericano.
Muchos de estos bonos están por vencer en 30 días, y si consideramos que los EEUU no tienen dinero para pagarlos, automáticamente caerán en default y su calificación soberana como deudores caerá por los suelos, lo que se traducirá en un aumento brutal en el precio de la deuda y en los intereses a pagar; asimismo, también se traducirá en una devaluación del Dólar y en una elevación brutal en los precios de los productos para sus ciudadanos. Pero, además, si china decide vender masivamente esos bonos, eso se traduciría automáticamente en una devaluación brutal del dólar, lo que llevará finalmente a los EEUU a la bancarrota misma.
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