Moscú no hubiera enviado sus sistemas de defensa aérea S-400 y Pantsir-S a Serbia si no viese en Belgrado a un amigo y socio fiable, opina el general y exjefe del Estado Mayor de Serbia Ljubisa Dikovic.
"Es una muestra de confianza que agrada a todos los militares y a todos los ciudadanos de este país (...) El mero hecho de que lleguen estos sistemas refleja la gran confianza y amistad que tiene Rusia con Serbia", aseveró Dikovic en una entrevista a Sputnik.
Rusia trata con extrema cautela los contactos militares con otros Estados. En otras palabras, en Moscú decidieron que Belgrado satisfacía todas las condiciones para el envío de los S-400 y para que los militares serbios y rusos pudiesen entrenarse hombro con hombro, opina el general.
"Todos los países que tienen sistemas de defensa aérea de largo alcance estudian muy minuciosamente a quién permiten acceder a estas armas. No les da igual quién acaba utilizando esos sistemas", señaló.
Una cooperación de gran importancia
La reacción de los países de la región y de la OTAN no se hará esperar, ya que vigilan los pasos que da Belgrado, opina el general. Las naciones que tratan con respeto a Serbia verán en estos ejercicios militares una forma de cooperación a nivel internacional, añadió.
"De esta manera, Serbia muestra que desea crear un Estado fuerte, que queremos ser como nuestros socios, de quienes tomamos ejemplo, y que queremos alcanzar un nuevo nivel tanto en lo económico como en lo referente a los sistemas de seguridad", señaló.
Equipar a sus tropas con modernos sistemas de defensa aérea es una de las principales prioridades para las Fuerzas Armadas de Serbia. A Belgrado le gustaría tener un S-400 en su territorio porque este sistema protegería por completo a toda la península balcánica. Según el interlocutor de la agencia, hoy en día todos los países de esta región, salvo a Turquía, carecen de un sistema de defensa aérea parecido al S-400.
Recientemente el presidente serbio, Aleksandar Vucic, confirmó que Belgrado había adquirido de Rusia los sistemas Pantsir-S. Se trata de sistemas de medio alcance que también son necesarios para Serbia por su posición geoestratégica.
"Es un sistema de defensa aérea muy eficaz que satisface nuestras necesidades. Podría garantizar la protección no solo de Serbia, sino también de los territorios más allá de su frontera. Y más importante todavía: sería un escudo eficiente para sus tropas terrestres", concluyó.
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